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09 diciembre 2019

FEMINISMO ANTE LA CIENCIA

Revista Espírita Germinal (año 1897)

No es ya una sola la forma de la reivindicación de la personalidad terrestre. Desde los días en que toda preocupación y todo esfuerzo se encaminaban a conquistar la libertad política, como ha ocurrido en Europa durante la Edad Media; desde los lentos siglos en que las castas tiranizadas pugnaron por sacudir el yugo de sacerdotes y guerreros en la India, hasta la labor presente, hay otro mundo de distancia. Queda no poco que hacer todavía en aquellos caminos, pero a la par se inician senderos nuevos. Uno de éstos, y si bien se reflexiona, no de los menos transcendentales, es el que se denomina con nuestro epígrafe: feminismo.
 
¿Qué es el feminismo? La reivindicación de su personalidad por la mujer; se entiende ser racional y pide a leyes y costumbres su parte de sol y de vida en el concierto humano.

Comprendido de esta suerte, ¿habrá quién a ese movimiento se oponga? ¿Tenemos derecho los constantes defensores de la mejor manera de vivir, de la higiene total humana, tenemos derecho a intervenir en el debate?
 

Precisamente su aspecto fundamental es puramente científico; la mujer es o no es individuo de nuestra misma especie; la mujer tiene o no tiene idéntica naturaleza a la del hombre. En el primer caso, su pretensión es justa; en el segundo caso, deben también modificarse las leyes que nos rigen, pero en sentido aún más restrictivo. Lo que no puede continuar es la confusión presente, merced a la cual unas veces es superior y otras muchas inferior a nosotros ante la opinión o los tribunales.
 

Los medios puramente morales no bastan. Hace mil trescientos años que, tras larga discusión empeñada, reconocía por pocos votos el Catolicismo que la mujer tiene alma. El Islamismo la cierra la entrada en el Paraíso. El Brahmanismo la relega  condición servil... Ninguno de los grandes movimientos éticos de la Humanidad ha reconocido sus lauros. Pero ¿qué dice la Ciencia?
 

Esta es hoy la única autorizada para decir la palabra definitiva.

 
La Ciencia, empieza por declarar que en toda la serie animal, los dos sexos son iguales en instintos, con alguna excepción a favor de los machos, con muchas más a favor de las hembras. Si se restan el caso de un pececillo (el espinoso) que es quien incuba y protege la prole, y el de un pajarito (el sastre) que es quien cose sus preciosos nidos colgados, la inmensa mayoría de los seres nacen y viven por el cuidado de las hembras. Entre los insectos, entre los peces, entre los reptiles, el padre es generalmente desconocido, y no pocas veces la hembra se le merienda o cuando menos, le mata, como la abeja y la trucha, mientras que muchas hembras dan pruebas de profundo sentido, de profético instinto, al procurar alimento a sus futuros hijuelos; así las del Ichneumon, las de los Enterradores, etc.
 

En los animales superiores, el macho suele ser defensor de la familia y algo proveedor de sus necesidades, como entre las Rapaces y los Carniceros ocurre; pero aun así su falta no compromete gravemente la prole, en tanto que la falta de la hembra la aniquila.
 

En la especie humana se repiten estas condiciones; durante años, los primeros de su existencia, el hombre depende exclusivamente de su madre. En la gestación ni en la lactancia puede intervenir el padre, como no sea para perturbarlas, cual, por desdicha, vemos nosotros a menudo.
 

Más tarde, la conservación numérica de la especie también depende de la mujer, podría reducirse en el noventa por ciento el número de los varones, sin que disminuyese el de nacimientos. Por el contrario, la mera supresión repetida del diez por ciento de las mujeres, nos llevaría en pocas generaciones al cero de la especie.
 

Por eso es tan dañino en los Estados el celibato femenino; por eso llenará la tierra la raza que primero se emancipe de los lazos de la rutina moral. Este es el peligro que amenaza a las razas blancas ante las amarillas: seremos arrollados si no nos defendemos con libertades sociales ; los cañones del emperador no bastan.

 
Pero dentro ya de nuestra especie, ¿es la mujer tan inteligente, tan moral, tan valiente como el hombre?
 

De sentimiento y de voluntad nadie la ha negado, por lo menos la equivalencia: su abnegación ante el dolor, su energía ante el peligro, son legendarias. Las mujeres de Numancia y de Misolonghi ante la muerte , las Hermanas de la Caridad , las del Ejército de Salvación, todas las madres en suma, son capaces de arrancar su presa, no sólo á un león hambriento como en Florencia, sino a esos leones más bravos que se llaman Difteria, Escarlatina, etc., etc.
 

Lo que se las niega es inteligencia. Algunos presentan como razón el menor peso de su cerebro; otros el menor número de mujeres sabias.
 

La objeción del peso del cerebro es inocente: la hormiga, la abeja, el castor, apenas tienen cerebro y son los animales más inteligentes: mientras que la oveja o el loro con grandes sesos, son estúpidos. Ni en absoluto ni en relación al peso del cuerpo, significa nada. Relativamente hay animal que nos lleva grande ventaja, y necesitamos encerrarle en jaulas para que viva: el canario, con relación a su peso y volumen, tiene casi doble cerebro que el hombre. Si esa ley fuese cierta, los canarios serían los que nos enjaularían a nosotros.
 

La objeción relativa al número de mujeres ilustradas es especiosa. ¡Si no se las enseña!
 
Y aun así, poniéndolas trabas legales, amenazándolas constantemente con el ridículo, algunas son eminentes escritoras, notables ingenieras, médicas, poetisas... Nunca resultaría justificado el genial apóstrofe de Calderón:
«!Vive Dios que pudo ser! »
Resulta en definitiva, que la mujer es por lo menos Igual al hombre, según la naturaleza. Luchar contra lo natural, es buscarse la derrota inevitable. Por esto el feminismo triunfa doquier que batalla.
 

¿Cuáles serán las consecuencias de ese ennoblecimiento de la mujer? Muchas y muy transcendentales: considérese que sólo en el orden político se duplica con él el número de ciudadanos.
 

Pero en nuestro terreno, en el campo de la Medicina y de la Higiene, no serán tampoco pequeñas.
 

En Medicina se duplicará también el número de las aptitudes y podrán dedicar a nuestro progreso la paciencia, la constancia, hasta la sobriedad que es preciso reconocerlas. Muchas especialidades y los trabajos micrográficos todos, hoy tan importantes, ganarán muchísimo el día que recaigan en manos femeninas.
 

La Higiene no tendrá toda su inmensa valía, mientras no sea conocida e impuesta por la mujer. Así nosotros procuramos constantemente interesarla en nuestra propaganda: el día que la mujer sepa y quiera, desaparecerán la mayor parte de las enfermedades humanas. Sería, pues, conveniente a la Humanidad el reconocimiento de la identidad social de los sexos.
 

Pero sobre todo y ante todo, es justo. No deberíamos considerarnos dignos de la alta investidura de hombres libres, ciudadanos del mundo, en tanto que nuestras madres y nuestras hijas continúen esclavas.


El feminismo ante la ciencia» (20 de agosto de 1897) Germinal I (16): p. 10. 1897.

Joaquín de HUELBES TEMPRADO

01 diciembre 2019

ALIMENTACIÓN Y EVOLUCIÓN ESPIRITUAL

  ALIMENTACIÓN HUMANA

"Si los mataderos tuvieran las paredes de cristal transparente, todos seríamos vegetarianos" Paul Macartney

Entrevista a Edson Ramos de Siqueira, agrónomo y profesor de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la UNESP-Botucatu (SP), que es espiritista desde 1993 y está vinculado al Centro Espirita hermano Thomaz en la misma ciudad. Profesor y conferenciante de Espiritismo, es autor del libro Alimentación y Evolución Espiritual, con enfoque sobre los animales, incluyendo la alimentación humana. Toda la entrevista, con respuestas lúcidas, aún inéditas, ofrece la lucidez del pensamiento espiritista. Reproducimos aquí los extractos más expresivos de las respuestas.

¿Cómo es la alimentación en el mundo espiritual?

En mi desempeño profesional, la experiencia principal fue agudizar la percepción para entender que otros animales son sensibles sí, como el ser humano. El sentimiento es la capacidad de sentir placer, dolor, alegría, tristeza, etc.; y la ciencia moderna ha demostrado que todos los animales lo tienen. El más intrigante, como un hallazgo científico muy reciente: los otros animales también tienen conciencia. 


Concomitantemente, aprendí en la literatura espiritista que el espíritu se origina simple e ignorante, encarnándose en el instrumento físico más simple que caracteriza a los animales ubicados en los primeros estadios de la escala zoológica; y que el destino de todo es la angelitud. Por lo tanto, son nuestros hermanos y hermanas menores. Ingerir sus restos mortales es uno de los hábitos más primitivos que todavía conserva el hombre terrenal. Es una cuestión cultural enraizada en nuestro subconsciente, pero que debe ser cambiada, porque en Planetas de Regeneración es algo impensable.


Incluso aquellos que ya han despertado al vegetarianismo no deben criticar a aquellos que todavía comen carne. La sociedad humana es bombardeada con información sobre la necesidad de la carne para una salud física perfecta (un paradigma que puede ser cambiado, porque la Ciencia Médica y la Nutrición han demostrado que esto no es cierto). 


Los anuncios en los medios de comunicación dan la impresión de que este alimento proviene de los parterres de flores. Y la ingenua humanidad sigue siendo engañada. Hay quienes afirman que los animales existen para este propósito y que la Biblia misma autoriza su sacrificio para nuestra comida, lo cual tampoco es cierto. Así, el Poder Económico, junto con la fe ciega, crea la normosis (la patología de la normalidad), que está aún más arraigada, algo que ha estado arraigado durante milenios. 

Los cambios en Regeneración están ocurriendo, aunque de una manera muy lenta y casi imperceptible. Sólo la Educación es capaz de emprender la evolución, no la critica, ni el radicalismo de ningún tipo. El espiritismo tiene un papel fundamental en este proceso educativo, ya que nos enseña claramente la dinámica de la evolución espiritual, desde el origen hasta la Divinidad. 

El tema necesita ser tratado más a fondo en los Centros Espíritas y estudiado por los hermanos, ya que es claro en relación con la realidad espiritual de los animales. Abolir la carne de los alimentos es un acto de no-violencia; en consecuencia, una mejora moral.

¿Cuál es la visión espiritista del vegetarianismo?

Lo que más me llamó la atención, cuando hice la investigación literaria para apoyar el libro, fue haber encontrado información concreta sobre los animales, procedente de los principales autores espirituales, desde la obra de Kardec (El Libro de los Espíritus y El Génesis, principalmente). 


Hay que señalar, sin embargo, en el caso del Codificador, que mucha información está escrita en forma velada; y no podía ser diferente, ya que en la época en que se publicó el Libro de los Espíritus, la duda era si las mujeres tenían alma. ¿Cómo querríamos que Kardec hiciera explícita la cuestión de las almas de otros animales? Si ciertas verdades, que ya estamos en condiciones de entender hoy en día, se escribieran en ese momento, el Espiritismo ciertamente habría nacido muerto. 

Al consultar la Revista Espírita de enero de 1866 (nueve años después de la publicación de la primera edición del Libro de los Espíritus), encontramos un artículo escrito por Allan Kardec, cuyo título es: "¿Las mujeres tienen alma? Por lo tanto, todo tiene su momento. Pero no nos cabe duda: al menos el proceso de reflexión sobre el significado de la carne en los alimentos debe iniciarse urgentemente.

(...) otro aspecto profesional determinante fue el hecho de haber asistido a mataderos, donde pude sentir de cerca la inhumanidad del proceso de matanza, el sufrimiento de nuestros hermanos menores, así como la energía extremadamente pesada que circula en estos ambientes sombríos, fruto de la acción de espíritus con bajo patrón vibratorio, en un mecanismo de vampirización del fluido vital liberado por la matanza en serie, en lo que André Luiz (Chico Xavier) llamó la industria de la muerte. Por lo tanto, cuando escribo o hablo sobre el tema, traduzco una triste realidad que pude sentir personalmente.


SOLO UN EJEMPLO DE UN VIDEO DE LOS MATADEROS

https://www.kinderworld.org/es/videos/industria-de-carne/matadero-infierno-para-los-animales/

23 noviembre 2019

ORIGEN DEL MIEDO

¿Finalmente, el miedo viene del cerebro o del alma?


Para la doctrina espírita el inconsciente es todo lo que el espíritu grabó en todas sus existencias, y lo que continúa grabando; las emociones y los pensamientos son atributos exclusivos del alma”.

La definición más apropiada dada al miedo es: Emoción natural del ser humano.

Numerosos trabajos de investigación son desarrollados con el tema “miedo”, pero pocos van a la investigación de su origen. Es un asunto intrigante, con muchas hipótesis, muchas corrientes, muchas discusiones, pero sin una afirmación concreta.

La ciencia tradicional, que es aceptada en los tiempos modernos, no puede probar nada sobre el origen del miedo, y arriesgan sus tesis, basadas en sus más diferentes frentes de actuación. Nosotros, espiritas, también arriesgamos y elaboramos nuestras teorías, que están fundamentadas en los conocimientos de nuestra Doctrina y en las enseñanzas de nuestros mentores.

Finalmente, el ser humano es formado de cerebro (físico) y alma; aquel es asunto de la ciencia tradicional, y esta de la ciencia espírita, siendo que la primera, no tiene en cuenta la trascendencia del hombre. Siendo cuerpo y alma, ambas partes son responsables por lo que un hombre es.

No queremos discutir los tipos de miedos existentes -que son numerosos-tan sólo su origen.

Es difícil encontrar una definición para el miedo. Creemos que la más apropiada, es aquella que dice que el miedo es una emoción natural del ser humano. Puede ser un aliado que funciona señalizando peligros reales. Cuando es muy acentuado, excesivo, delante de un objeto real o imaginario o ante la previsión de encontrarlo, la ansiedad aparece en un grado muy elevado, y se torna patogénico.

Para la psiquiatría, el principal síntoma de la reacción fóbica es la ansiedad, y esta es llamada de miedo, en virtud de presentarse como tal, en su forma clínica. Fobia, sería una forma especial de miedo, con características especiales sin una explicación razonable para ello, es una desproporción entre la emoción, la situación que provoca el miedo y la imposibilidad de controlar voluntariamente el síntoma. Para los temerosos, no sirve el discurso para disuadirlos. No son influenciados por los hechos ni por la lógica, simplemente se aterrorizan.

La teoría psicoanalítica de Freud, que originalmente, concibió la ansiedad como libido frustrada y consecuentemente reprimida; posteriormente, desenvolvió el concepto de ansiedad, como una función de aviso contra la aproximación del peligro que amenaza el ego, debido a los impulsos instintivos. El conflicto de las fuerzas inconscientes con el ego y la realidad, determinan la ansiedad. En suma; el origen está en el inconsciente.

Otras teorías psiquiátricas, entre tantas, tratan de explicar el origen del miedo o de la ansiedad intensa, como influencia del medio ambiente (teoría socio génica), la herencia, (genética), alteraciones en la bioquímica cerebral y sistemas de neurotransmisores (biología) y respuestas a peligros percibidos (teoría del comportamiento cognitivo).

Las enseñanzas espiritas, nos llevan a creer que el origen del miedo, obedece a causas morales
. Esa etiología moral, concuerda con Esquirol, Sthal, Heinroth y con la Psiquiatría Moral de Baruk (1969). Numerosas situaciones apuntan para ese camino. Las situaciones dramáticas de la existencia, (acontecimientos sobresalientes, catástrofes, duras decepciones, fuertes frustraciones, pasiones, abandonos, violencia, abusos sexuales, etc.) causan fuertes emociones, capaces de desarmonizar el binomio cuerpo-espíritu y son transmitidas para otra vida, a través del periespíritu. 



El alma en cuestión sufre muchas veces, porque no concuerda con su propia mochila, lo que le provoca una auto obsesión. Esas causas morales, convergen para un denominador común, que son las reacciones enfermizas, delante de las dificultades de la existencia (karmas). Esas reacciones, se traducen a la vez en comportamientos inadecuados o fracasos de adaptación. 

Surgen numerosos conflictos entre el deseo y la satisfacción y entre lo ideal y lo moral, realimentando la auto obsesión, que puede abrir las puertas para la obsesión. Se dice que los neuróticos, son personas que no concuerdan con la mochila que traen de otras vidas, no aceptan bien el presente, se resienten del futuro, en fin reclaman de todo y de todos, y para ellos, nada es bueno.

Para la Enseñanza Espirita, el inconsciente es todo lo que el espíritu grabó en todas sus existencias, y lo que continúa grabando, las emociones y los pensamientos son atributos exclusivos del alma. En otras palabras, el espíritu tiene un pasado extenso, con muchas existencias, formando un panel mental con afectos (sentimientos y emociones) y pensamientos, que es modificado y actualizado a cada segundo con las nuevas experiencias.

Como las reacciones decurrentes del miedo o de la ansiedad intensa, se exteriorizan en el cuerpo físico, como fenómenos psíquicos anormales, podemos afirmar que el miedo es físico, como efecto (síntomas psíquicos y físicos), pero su causa (origen) es del alma.

Nuestra Enseñanza, no va en contra de ninguna teoría de las aquí citadas, ni en contra de la ciencia; solamente quiere contribuir, complementar, buscar la verdad. Piensa también, que el énfasis dado a los aspectos biológicos y orgánicos no es suficiente para explicar el miedo y las numerosas enfermedades emocionales. También pensamos que el exceso de tecnología aparta al hombre de los buenos sentimientos de fraternidad y solidaridad, alimentos vitales para el alma. 

Las situaciones económicas, políticas y sociales, generan miedos, a través de los estímulos estresantes, generados por ellas, siendo ejemplos de interferencias sociales (teoría socio génica). El mayor porcentaje de fóbicos en una misma familia y entre gemelos, es visto como factor importante para estudios (teoría ambiental y genética). Acepta la ocurrencia de alteraciones en la bioquímica cerebral, en el miedo y en la ansiedad, como una alteración física (teoría biológica). Entre tanto cree que el origen, el comando, para que ocurran estas alteraciones, está en el alma.

La enseñanza espírita entiende también que el hombre es un ser bio-psico-social y espiritual. El miedo roba la paz (espiritual), interfiere en el comportamiento (social), perjudica la vitalidad (físico), y ataca la personalidad (psíquico), desestabilizando de esa forma al hombre en toda su constitución. 

Tenemos que tratar en miedo en la causa y el efecto. Para el efecto, utilizamos la medicina de la tierra, con sus medicamentos y todo su arsenal de terapias. Para la causa, utilizamos la medicina del alma, con sus recursos extraordinarios, entre ellos, el cultivo de la fe, la esperanza, la solidaridad, la fraternidad, en fin del amor. Todo esto propicia la renovación íntima - única manera de cortar la causa del miedo por la raíz.

BIBLIOGRAFÍA
- E y H. Tratado de Psiquiatría. Barcelona: Toray-Masson Editora 1969. 
- Kardec A. El Libro de los Espíritus Araras: 1974

Autor: José Luiz Condotta jlcondotta@splicenet.com.br 
El autor es Médico Psiquiatra. Terapeuta de Regresión. Docente y colaborador del Centro de Difusión de Estudios de la Conciencia de Sao Paulo. Participa de actividades espiritas en Sorocaba. SP

Traducción: Adela Guerrero amiconadela@gmail.com

Etiquetas: miedo, inconsciente, emoción, fraternidad, esperanza, fe, solidaridad,

21 noviembre 2019

TU HORA DE HUMILDAD

Por André Luiz

Si todavía estás lejos de vivir la humildad continuamente a todas horas del día, puedes vivirla por lo menos una hora al día...

Crea tu programa diario de humildad para principiantes. Escoge una hora de entre las horas de cada día para perfeccionar tus propios sentimientos, ejercitando la mayor conquista del espíritu: la humildad.

Que te liberes de la prisa, de la convención, del cálculo, de la obstinación y de ti mism@, para que aprendas sobre el significado del servidor, la indulgencia desinteresada, la atención fraterna y la cooperación espontánea.

Este será tu tiempo de buscar el último lugar, tu tiempo de retirarte del mundo para que destaque el brillo de los demás.

En tu hora de humildad, te convertirás en un canal del amor de Cristo entre los seres humanos; serás, sobre todo, el servidor/a de todos, herman@ sencill@, la partícula viva y anónima que se funde en toda la humanidad, sin amor propio ni interés personal.

Que olvides, en este período de tiempo, toda la vanidad, todo el propósito del personalismo y hasta la más mínima excitación por el futuro para vivir el presente, el día que fluye, los momentos de tu servicio puro!

En esa hora ofrece lo mejor de ti mis@, sobre todo, tus mejores cualidades, para que tus sonrisas generen otras sonrisas, para que tus palabras de confianza siembren palabras de esperanza, para que tu voluntad de rectificar atraiga otras voluntades para una mayor renovación.

Cancela en estos sesenta minutos la tensión emocional con respecto a los títulos, las condiciones sociales, incluyendo la censura de ti mism@, con respecto a la defensa de tu lugar en el mundo......

Que tu hora de humildad sea cuidadosamente cultivada, todos los días, en los lugares donde debe ser ejercida para favorecer tu ascensión espiritual, ya sea en la oficina, mientras caminas por la calle, en el encuentro con amigos o en la intimidad del hogar...

Que en ese intervalo te sientas por encima de todas las circunstancias personales, haciendo mayores concesiones al prójimo, superando tu temperamento, tratando de ser compasivo con los que no te entienden, tratando de hacer lo correcto donde nadie lo consiguió, tratando de hacer los servicios de fraternidad más difíciles, tratando de dar testimonio del bien en la proporción en la que aún no has sido capaz de lograrlo, y que recuerdes que tu cuerpo regresará en un futuro, de manera inevitable, al polvo del que procede.

Recibe en tu corazón la visita del Señor, aunque sólo sea por unos minutos durante el día.

Comienza a ser humilde, suprimiendo todas las excusas y conquistando el tiempo necesario para tu hora de humildad, y terminarás incorporando en ti los valores supremos del mayor benefactor que, según Cristo, será siempre aquel que se convierta en el servidor de todos.

03 noviembre 2019

ÁNGELES GUARDIANES



¿ÁNGELES, GUÍAS, MENSAJEROS, AMPARADORES?


Comenzaremos este artículo explicando quiénes son los ángeles en general, para centrarnos, a medida que avanzamos, en los ángeles guardianes. 

La palabra Ángel aparece en casi todas las religiones, teniendo mayor protagonismo en las tres más extendidas, es decir, la Judía, la Católica y el Islam. Su significado etimológico es “mensajero” y su “misión” ha sido la de velar por todos y cada uno de nosotros, o eso se creía hasta ahora.


Para el espiritismo, la palabra Ángel es un sinónimo de Espíritu Puro, que conlleva la idea de perfección moral. Son, por lo tanto, las almas de los hombres que alcanzaron el máximo grado de perfección. 


La doctrina espírita nos explica que los espíritus son creados sencillos e ignorantes, esto es, sin conocimiento del bien y del mal, pero aptos para adquirir todo lo que les falta, lográndolo a través del trabajo. La meta, que es la perfección, es la misma para todos, llegando a ella más o menos pronto en virtud de su libre albedrío y en razón a sus esfuerzos. Todos tienen grados que recorrer y el mismo trabajo que realizar. 


Según los buenos espíritus, la opinión de creer que fueron creados espíritus puros se basa en que mucho antes de que existiese nuestro mundo ya había espíritus ocupando el grado más alto en la escala, por lo que los hombres pudieron creer que siempre habían estado en la misma altura.


Todos los que hemos oído hablar de ellos en mayor o menor medida, nos imaginamos un gran ser alado, bellísimo, rodeado de una hermosa luz blanca… en definitiva, una criatura de gran pureza. Si partimos de la base de que es un espíritu corregiremos el error de pensar que se trata de un ser enorme de grandes alas blancas, tocando el arpa...


Pero, ¿qué es un ángel guardián? Según la doctrina espírita se trata de un espíritu protector de orden elevado (no puro), un guía. No son criaturas perfectas, están también aprendiendo y evolucionando. Necesitan de esa experiencia para comprender el significado de la inter-ligación entre los dos planos de la vida. 


Su elevación va a depender de su cometido. El nivel de inferioridad que aún tenemos, no requiere de un espíritu muy elevado para poder orientarnos y su misión es similar a la de un padre con respecto a sus hijos, llevar a su protegido por el buen camino, ayudarle con sus consejos, consolarle y sostenerle en las pruebas de la vida. Para algunos guías, esta tarea es un placer, para otros una misión o un deber. 


Por norma general, orientan a personas afines o con las que tienen algún tipo de relación, incluso un padre o una madre podrían llegar a ser el espíritu protector de su hijo, pero la protección supone cierto grado de elevación. Un padre o madre que protege a su hijo puede estar a su vez asistido por un espíritu más elevado.

Los casos en los que el ángel de la guarda no sabe quién es su protegido, son un poco más complicados para ellos, porque no conocen bien a la persona a la que van a ayudar, sus defectos o flaquezas, ni sus virtudes… aunque saben que todo buen espíritu debe cultivar el amor fraterno hacia su semejante, no importando quien sea. 


Lo que sí es seguro es que todos tenemos un amigo espiritual que vela por nosotros y aunque a veces no somos conscientes, en el fondo, oímos voces que nos alertan del mal que estamos practicando o recibimos la enhorabuena por el bien que hacemos… 


El ángel guardián nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte y, a menudo después de esta, nos sigue en el mundo espiritual e incluso está con nosotros en muchas existencias corporales, porque son fases muy breves comparadas con la vida inmortal. En otras ocasiones, se desligan en el momento de la muerte, aunque nos reencontremos durante el periodo en que estamos en la vida espiritual. Reflexionando acerca de esto nos surge una pregunta: ¿Podría, en algún momento, abandonar a su protegido durante su vida? Podría. A veces sucede porque tienen que cumplir otra misión, se verifica un cambio y otro espíritu guía ocupa su lugar. 


Su ayuda es constante, pero debemos saber que los ángeles no operan hechos prodigiosos más allá de lo común, ni invierten el orden natural de las cosas. Cada encarnado tiene su momento de deliberación individual para seguir este o aquel camino, para caminar por lo acertado o lo errado, para lanzarse al bien o al mal. 


Durante el sueño, en nuestro desprendimiento, mantenemos largas conversaciones con ellos (siempre que los queramos escuchar). Nos influencian en el día a día, a nosotros, a nuestros familiares, amigos… nos aconsejan a cada paso, siempre recomiendan y jamás se imponen.





Cuando los espíritus inferiores intentan influenciarnos, nuestros ángeles de la guarda trabajan con mucha dedicación y vigor, pero deben aguardar la decisión final de sus protegidos, pues esta proviene siempre del libre albedrío en el cual ellos no pueden intervenir, ni limitar y en el caso en que decidamos no escucharlos, se alejan cuando ven que son inútiles sus consejos porque impera más sobre nosotros el deseo de sufrir la influencia de esos espíritus menos elevados, aunque jamás nos abandonan del todo y vuelven en cuanto volvemos a llamarles.


A veces, los ángeles guardianes sufren y se angustian con las actitudes irreverentes de sus protegidos, se preocupan, incluso lloran cuando nos ven “equivocarnos”. Aun así, nada tiene que ver con las angustias que conocemos nosotros, porque saben que el mal tiene remedio y que lo que no hacemos hoy lo haremos mañana. Son felices cuando sus esfuerzos dan fruto, como un buen profesor siente felicidad con los progresos de sus alumnos, y no son responsables si no consiguen llevarnos por el buen camino, ya que ellos han hecho todo lo que estaba en sus manos. 


Se tiene la creencia de que los niños tienen una protección especial por su estado de infancia. Este trabajo de protección se asocia a su guía espiritual o ángel de la guarda. Es cierto que hasta que no alcanzan la edad de los 16 años, cuando el libre albedrío se hace más pleno, los jóvenes son protegidos, por norma general, su ángel de la guarda inspirará a padres, familiares, amigos…para ayudar en el desarrollo saludable del niño. 


Pero esta protección es relativa. Por un lado, están los demás espíritus que acompañan a la familia, entorno social… cada uno posee su ángel de la guarda y sus espíritus amigos que pueden ser buenos o malos, y su libre albedrío para escuchar a unos u a otros, aunque no por esto, los ángeles guardianes dejan de trabajar incesantemente en nuestra ayuda. 


Por otro, esta protección es relativa al mérito del niño. Y es que no hay que olvidar que el niño es, antes que nada, un espíritu reencarnado, un alma que vuelve a comenzar una nueva existencia en la Tierra. Es, en realidad, un espíritu con una larga historia y una gran cantidad de experiencias, muchas de ellas, comprometedoras. 


Es una gran suerte saber que contamos con unos amigos tan sinceros y que nos ayudarán en cada paso que demos, que no nos juzgan y que siempre podemos contar con ellos. Sigamos aprendiendo y evolucionando, ellos son un gran ejemplo. Hablémosles, pensemos en ellos, tengámoslos presentes en cada momento de nuestras vidas, es lo mínimo que podemos hacer, aunque sólo sea por agradecimiento, nuestros ángeles siempre estarán dando señales de su presencia.



Yolanda Durán Ruano

Centro Espírita Entre el Cielo y la Tierra.

28 octubre 2019

EN LA MEDIUMNIDAD




Psicografía de Francisco Cândido Xavier.
Por el Espíritu del Emmanuel.
 
Libro: Seara dos Médiuns. Lección 12. Página 43.

Estudios y disertaciones sobre la sustancia religiosa del "Libro de los médiums", por Allan Kardec.

Pregunta nº 226 - Apartado 1. Reunión Pública del 12/02/1960



No es la mediumnidad lo que te distingue.

Es lo que haces con ella.


La acción del instrumento varía según la actitud del servidor.

La producción revela al trabajador.

La pluma muestra el alma del escritor.

El patrimonio se encamina en la dirección que dirige el administrador.

 

El granjero tiene la azada, sin embargo.....

Si es perezoso, deja que la invada el óxido.

Si es un delincuente, presta el corte a la insinuación del crimen.

Si es servicial y diligente, lleva feliz la cesta con flores y pan.



El legislador custodia el poder, pero a través de él.....

Si es irresponsable, estimula el desorden.

Si es deshonesto, alienta el saqueo.

Si es consciente y desinteresado, es una base viva para la cultura y el progreso.

 

El artista dispone de más amplios recursos de la inteligencia; sin embargo, con ellos....

Si está desequilibrado, favorece la locura.

Si se corrompe, extiende la adicción.

Si es ennoblecido y generoso, siempre surgirá como un apoyo a la virtud.

Es urgente reconocer, sin embargo, que sobre las cualidades y posibilidades del agricultor, del legislador y del artista, en el otorgamiento del mandato que se les ha confiado, sólo la Ley Divina debe juzgar realmente.

Todos nosotros, sin embargo, podemos clasificar inmediatamente su influencia por los males o bienes que propagan.

Así también en la mediumnidad.

Cualquier talento que te enriquezca, busca primero el bien, en la convicción de que el bien, a favor del prójimo, es el bien impecable que podemos hacer.

Así, aunque te sientas imperfecto e inadaptado, infeliz o enfermo, usa la fuerza medianímica que la vida te facilita, ayudando y educando, apoyando y sirviendo a los demás, porque el bien que haces regresará de los demás a tu propio camino, como una bendición de Dios para brillar sobre ti.


"Lo que sientes revela la dirección en la que vas; lo que piensas te señala el lugar donde estás; lo que dices indica lo que sabes; lo que haces muestra quién eres". 


Emmanuel y Chico Xavier. Lección: Definiciones. Libro: Caminos.

23 octubre 2019

¿QUÉ ES LA ATMÓSFERA ESPIRITUAL?



Jesús, Los Niños De Dios
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Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, año 10, núm. 5, mayo de 1867


El Espiritismo nos enseña que los Espíritus constituyen la población invisible del globo, que están en el espacio y entre nosotros, viéndonos y codeándose con nosotros sin cesar, de tal modo que, cuando creemos que estamos solos, tenemos constantemente a testigos secretos de nuestras acciones y de nuestros pensamientos. Eso puede parecer molesto para ciertas personas, pero, puesto que es así, no se puede impedir que así sea. Le corresponde a cada uno hacer como el sabio que no tendría miedo de que su casa fuera de vidrio.


Es, sin duda, a esa causa a la que se debe atribuir la revelación de tantas torpezas y de malas acciones que se creían ocultas en la sombra. Sabemos, además, que, en una reunión, aparte de los asistentes corporales, hay siempre oyentes invisibles y que, al ser la permeabilidad una de las propiedades del organismo de los Espíritus, éstos pueden encontrarse en número ilimitado en un espacio dado.


Frecuentemente, nos ha sido dicho que, en ciertas sesiones, los Espíritus estaban en cantidades innumerables. En la explicación dada al Sr. Bertrand sobre las comunicaciones colectivas que él ha obtenido, le ha sido dicho que el número de los Espíritus presentes era tan grande que la atmósfera estaba, por así decirlo, saturada de los fluidos de ellos. Eso no es nuevo para los Espíritas, pero no se han deducido, tal vez, todas las consecuencias. Se sabe que los fluidos que emanan de los Espíritus son saludables, en mayor o en menor grado, según el nivel de depuración de los Espíritus.


Se conoce el poder curativo de esos fluidos, en ciertos casos, y también sus efectos mórbidos de individuo a individuo. Ahora bien, puesto que el aire puede estar saturado de esos fluidos, ¿no es evidente que, según la naturaleza de los Espíritus que abundan en un lugar determinado, el aire ambiente se encuentre cargado de elementos saludables o malsanos, que deben ejercer una influencia sobre la salud física tanto como sobre la salud moral.


Cuando se piensa en la energía de la acción que un Espíritu puede ejercer sobre una persona, ¿uno debe sorprenderse de aquella que debe de resultar de una aglomeración de centenares o de millares de Espíritus? Esa acción será buena o mala según el hecho de que los Espíritus viertan, en un medio dado, un fluido benéfico o maléfico, que actúa a modo de emanaciones fortificantes o de miasmas deletéreos que se propagan en el aire.


Así pueden explicarse ciertos efectos colectivos producidos sobre las masas de individuos, el sentimiento de bienestar o de malestar que se experimenta en ciertos medios y que no tienen ninguna causa aparente conocida, el arrastre colectivo hacia el bien o el mal, los ímpetus generales, el entusiasmo o el desaliento, a veces la especie de vértigo que se apodera de toda una asamblea, de toda una ciudad, incluso de toda una población. (Recientemente lo hemos visto)


Cada individuo, en razón del grado de su sensibilidad, sufre la influencia de esa atmósfera viciada o vivificante. Por medio de ese hecho, que parece fuera de duda y que confirman a la vez la teoría y la experiencia, encontramos, en las relaciones del mundo espiritual con el mundo corporal, un nuevo principio de higiene que la ciencia, sin duda, hará que sea tomado en consideración.


¿Podemos sustraernos, pues, de esas influencias que emanan de una fuente inaccesible a los medios materiales? Sin ninguna duda; pues, del mismo modo que saneamos los lugares insalubres destruyendo la fuente de los miasmas pestilenciales, podemos sanear la atmósfera moral que nos rodea, sustraernos de las influencias perniciosas de los fluidos espirituales malsanos, y eso más fácilmente de lo que podemos escaparnos de las exhalaciones pantanosas, porque eso depende únicamente de nuestra voluntad, y allí no estará uno de los menores beneficios del Espiritismo cuando sea comprendido y, sobre todo, practicado universalmente.


Un principio perfectamente probado por todo Espírita es que las cualidades del fluido periespiritual van en razón directa a las cualidades del Espíritu encarnado o desencarnado; cuanto más sus sentimientos sean elevados y liberados de las influencias de la materia, más su fluido será depurado. Según los pensamientos que dominan en un encarnado, él irradia fluidos impregnados de esos mismos pensamientos, que los vician o los sanean, fluidos realmente materiales, aunque son impalpables, invisibles para los ojos del cuerpo, pero perceptibles para los sentidos periespirituales, y visibles para los ojos del alma, ya que impresionan físicamente y adoptan apariencias muy diferentes para aquellos que son dotados de visión espiritual.


Únicamente por la presencia de los encarnados en una asamblea, los fluidos ambientes serán, pues, saludables o no según el hecho de que los pensamientos dominantes sean buenos o malos. Quienquiera que traiga consigo pensamientos de odio, de envidia, de celos, de orgullo, de egoísmo, de animosidad, de codicia, de falsedad, de hipocresía, de maledicencia, en suma, pensamientos extraídos de la fuente de las malas pasiones, propaga alrededor de sí efluvios fluídicos malsanos, que reaccionan sobre aquellos que lo rodean. En cambio, en una asamblea, a la cual cada uno trae solamente sentimientos de bondad, de caridad, de humildad, de dedicación desinteresada, de benevolencia y de amor al prójimo, el aire está impregnado de emanaciones saludables en medio de las cuales uno se siente vivir más a gusto.



Si se considera, ahora, que los pensamientos atraen pensamientos de la misma naturaleza, que los fluidos atraen fluidos similares, se comprende que cada individuo lleva consigo a un cortejo de Espíritus afines, buenos o malos, y que, así, el aire está saturado de fluidos en relación con los pensamientos que predominen. Si los malos pensamientos están en minoría, no impedirán que las buenas influencias se produzcan, pero las paralizan. Si dominan, debilitan la irradiación fluídica de los buenos Espíritus, o incluso, a veces, impiden que los buenos fluidos penetren en ese medio, como la niebla debilita o detiene los rayos del sol.


¿Cuál es, pues, el medio de sustraerse de la influencia de los malos fluidos? Ese medio resulta de la propia causa que produce el mal. ¿Qué se hace cuando se ha reconocido que un alimento es contrario a la salud? Se lo rechaza y se lo reemplaza por un alimento más sano. Puesto que son los malos pensamientos los que engendran los malos fluidos y los atraen, hay que esforzarse para sólo tener buenos pensamientos, rechazar todo lo que es malo, como se rechaza una alimentación que puede volvernos enfermos; en suma, trabajar para nuestro mejoramiento moral y, para servirnos de una comparación del Evangelio, «no solamente limpiar el vaso por fuera, sino también limpiarlo, sobre todo, por dentro».


Al mejorarse, la humanidad verá depurarse la atmósfera fluídica en medio de la cual vive, porque sólo le enviará buenos fluidos, y éstos opondrán una barrera a la invasión de los malos. Si un día la Tierra llega a ser poblada solamente por personas que practiquen entre sí las leyes divinas de amor y de caridad, nadie duda de que esas personas se encontrarán en condiciones de higiene física y moral completamente diferentes de aquellas que existen hoy en día. Ese tiempo está lejos todavía, sin duda, pero, mientras tanto, esas condiciones pueden existir parcialmente, y les corresponde a las asambleas espíritas dar el ejemplo.


Aquellos que hayan poseído la luz serán tanto más reprensibles cuanto más hayan tenido entre las manos los medios de iluminarse; incurrirán en la responsabilidad de los retrasos que su ejemplo y su mala voluntad hayan traído al mejoramiento general. ¿Esto es una utopía, una vana declamación? No; es una deducción lógica de los propios hechos que nos revela, cada día, el Espiritismo. En efecto, el Espiritismo nos prueba que el elemento espiritual, que se ha considerado, hasta hoy, como la antítesis del elemento material, tiene, con este último, una conexión íntima, de la cual resulta una multitud de fenómenos inobservados o incomprendidos.



Cuando la ciencia haya asimilado los elementos proporcionados por el Espiritismo, extraerá de ellos nuevos e importantes recursos para el propio mejoramiento material de la humanidad. Cada día, vemos que se extiende, así, el círculo de las aplicaciones de la Doctrina, que está lejos de estar circunscrita, como algunos creen todavía, al pueril fenómeno de las mesas giratorias u otros efectos de pura curiosidad. El Espiritismo sólo ha tomado realmente impulso desde cuando ha entrado en la vía filosófica; es menos divertido para ciertas personas, que sólo buscaban en él una distracción, pero es mejor apreciado por las personas serias, y lo será mucho más, a medida que sea mejor comprendido en sus consecuencias.

21 octubre 2019

ENTREVISTA A SOLVEIG



Estamos en el XV Congreso Espirita Nacional, y al igual que en el anterior, la figura de una mujer que camina con su propio andador, que a la vez le sirve para sentarse, me llama poderosamente la atención. La observo como lo hice entonces y una profunda emoción me llena. Ver esa determinación e independencia, llena de valor, me lleva al respeto y la admiración.


Decido acercarme para conocerla un poco mejor y su calidez me rodea.
Tras un rato de conversación descubro que todo aquello de lo que hablamos y el sentimiento de su expresión merece darse a conocer a todos nosotros y le solicito permiso para realizarle una entrevista, con la intención de editarla en nuestro periódico, el periódico de todos vosotros.
 

En este comienzo del artículo tengo la incertidumbre de cómo expresar el resultado, si hacerlo literalmente o narrarlo….
 

Bien lo primero que hago, ya que estoy grabando, es preguntar por su nombre y su pronunciación. Tras enseñarme la pronunciación adecuada, me indica:
 

- Aunque mi nombre es Solveig, todo el mundo me llama Sol desde Brasil hasta la India. Es de origen noruego. Así se llamaba la heroína del famoso drama “Per Gynt” dictado por Enrique Ibsen. Significa Rayo del Sol, torrente del Norte.
 

- Es precioso, la verdad es que es precioso (al menos así me lo parece a mí).
Ahora te voy a hacer una pregunta indiscreta, si quieres me la contestas o si no me evades. ¿Cuántos años tienes?

 

- Uyyy, tengo ochenta y cinco, ochenta y seis. Síiii nací en 1923, pero siempre suelo añadir un poco, me comenta con una pícara sonrisa.
 

-¿Añadir?
 

- Sí, siempre me ha gustado añadir un poco, porque cuando tenía 18 ya quería tener 20. Siempre he puesto 2 o 3 años más.
 

- Yo creo que no era necesario. Tú ya impresionas sin saber tu edad, sólo con mirarte.

Como veréis el sentido del humor de esta extraordinaria mujer es desbordante. No hay que decir que a lo largo de la entrevista las risas eran espontáneas.

 

- Bien Sol naciste en Suecia y allí que tipo de educación moral recibiste, protestante, católica.
 

- Nací en un ambiente maravilloso, con unos padres maravillosos y siempre me acuerdo de mi abuela que era muy religiosa y siempre cantaba canciones religiosas que me enseñaba a mí y que aún sigo cantando.
Eran protestantes, pero eran muy abiertos. Creíamos en Dios y Jesús.
 

- Tu vida la has desarrollado en Suecia. ¿Hasta qué edad?
 

- Vamos a ver. Hasta los 20 años estuve estudiando en Suecia, pero luego comencé a viajar. Primero a los países mediterráneos, comencé con Grecia, Asia Menor, África del Norte, Italia, y al final, España y Portugal. Mis compañeros no quisieron acompañarme a España, pero yo dije que el conocimiento de la Historia Antigua es incompleta sin conocer este país y si nadie quiere acompañarme yo voy sola. Y así fue.
 

-¿Qué te pareció España en esos momentos en los que tu llegaste a ella?
 

- Me pareció que había encontrado mi casa. Los españoles me recibieron con brazos abiertos.
 

-¿Estamos hablando de qué año?
 

- Bien son muchos años pero digamos sobre el año 52…53.
 

-¿Por qué tenias ese gusto por viajar por tantos lugares? ¿Qué era lo que te atraía para realizarlos?
 

- La Arqueología Antigua.
 

-¿Arqueología Antigua? ¿Eso es una maravilla? ¿No?
 

-Sí, es una maravilla, sí. Sí. Me enamoré de la cerámica y la piedra antigua. Tienen dibujos tan bonitos de aves, con alas explayadas que representan divinidades y eso me encantaba. Yo visitaba los museos y dibujaba todas las vasijas y lo publiqué en una tesis doctoral.
 

- ¿Cómo fue tu primer contacto con la doctrina espirita de Allan Kardec?
 

- Bien, yo siempre había sido religiosa ¿verdad?, pero no conocí a Allan Kardec hasta los 90 gracias a amigos en España y especialmente en 92 en el Congreso Mundial de Espiritismo que se celebró en Madrid. Estuve escuchando a los oradores, pero cuando subió Divaldo Pereira Franco al podio toda la sala comenzó a dar vueltas para mí y sólo veía a Divaldo, porque me impresionó tanto.
 

- ¿Le reconociste de alguna forma?
 

- ¿Qué?
 

-¿Le reconociste, te resultó como si hubieras vivido o conocido de otras vidas anteriores?
 

-Sí, sí seguro, sí, pero no tuve ocasión de hablar con él. Fue tres o cuatro meses más tarde cuando recibí una carta de Estocolmo, de la presidenta de la Federación Espirita Sueca diciendo que había invitado a Divaldo Pereira Franco a Estocolmo y que también quería invitarme a mí. Yo acepté. Cuando llegué allí, le vi y le escuché hablar en portugués. Todo el mundo admirado con una expresión un poco... insustancial, porque dijeron: “no entendemos. ¡Qué bien habla! , pero no entendemos el portugués. ¿Hay alguien que sepa hablarlo?

Entonces Divaldo clavó sus ojos en mí diciendo: “Voce, ayuda” y yo dije “no, yo no sé portugués”. –Sí sabes- dijo él. Yo no sabía, pero fue como si apretaran un botón y empecé a interpretar del portugués al sueco, porque los espíritus me inspiraron y ya entonces sabía hablar esa lengua. Los espíritus nos ayudaron y desde entonces siempre le he servido de intérprete cuando visita los países nórdicos.
 

- ¿Hay un amplio movimiento espírita en los países escandinavos, Suecia, Noruega?
 

- Hay movimiento, pero tienen que luchar mucho. Como te he dicho la presidenta de la federación es brasileña casada con un sueco y han introducido el espiritismo en Suecia con ayuda de Divaldo y su primo Nelson. Durante 10 años les invitaron para dar conferencias allí.

Ahora ella está escribiendo un libro que se titula “Diez años con Divaldo.”
 

- Cuéntame para conocerte un poco más personalmente ¿cómo ha sido tu vida? Me has dicho que tenías una vida familiar muy amorosa con tus padres, que estuviste en Suecia hasta los 20 años donde estudiaste Arqueología Clásica, y a partir de ahí empezaste a viajar por varios países.
 

- A la vez que estaba estudiando Arqueología Clásica, estudiaba poesía. Después junto a mi compañero, mi esposo, fui a la India a estudiar yoga y sánscrito. Queríamos montar una escuela allí, pero ya mi marido dijo que no podíamos abandonar a nuestros hijos en España, no eran nuestros hijos biológicos sino nuestros alumnos. Les queríamos tanto como si fueran nuestra sangre, y ellos nos correspondían en igual medida. Dijo mi marido “vamos a montar una escuela en la India, pero cada año vamos a volver un mes a España para no abandonar a nuestras criaturas.

En el mes de agosto, cuando más calor hace. Volveremos


Estando allí mi marido, mi compañero, tuvo un problema muy grave de corazón y tuvimos que volver a España. Y aquí pasamos unos quince días de tranquilidad en Navidad. Pero luego una noche, la Nochevieja, mi marido desencarnó bajo condiciones muy dramáticas, por lo que yo tuve un shock del que tardé mucho tiempo en recuperarme, y claro esto me ha estimulado aún más mi interés por el espiritismo.


Comencé a tener visiones, veía a mi marido a mi lado diciendo que no estuviera triste, que él seguía viviendo y que me llevaría a un maestro que me habría de ayudar.


Poco después fue cuando conocí a Divaldo.


Debo confesar que al llegar a este punto y sentir la emoción de este suceso narrado por Solveig me quedé sin palabras. Cuando pude asentar mi mente seguí de la siguiente manera:
 

- El sentimiento que te invadiría en esos momentos, imagino que sería de una gran Felicidad.
 

- Claro, todo esto me ha dado tanta fuerza ¿verdad? para seguir trabajando. Y yo sabía enseguida cuando encontré a Divaldo que si yo alguna vez en mi vida, que pensaba sería casi imposible, tuviera un centro espirita lo llamaría Ana Franco, nombre de la madre de Divaldo, porque me encontré siempre muy protegida por ella. 

En el Primer Congreso cuando yo escuché a Divaldo en Madrid, él habló de su madre, de cómo ella le había siempre estimulado su mediumnidad, siempre le había comprendido, siempre le había apoyado y cuando ella murió muy mayor, él estaba asolado, pero nueve días, nueve días después de su desencarnación se le apareció diciendo: “Divaldo, todo lo que tú me has dicho es verdad” y ella estaba vestida con el vestido blanco con flores azules, o sea, el primer vestido que él le había comprado con su primer sueldo, cuando tenía 18 años.

Y es que me encanta esa capacidad que tienen los espíritus, que con ayuda de su periespíritu pueden coger material del cosmos y prepararse vestidos y gafas… ¡Todo, para que les reconozcan! ¿verdad?
 

- Realmente es algo asombroso, y ojala algún día científicamente podamos demostrar, para que se crea, porque cuando tenemos esa vivencias personales y las cuentas, te suelen mirar con cara que expresa ¿y el siguiente cuento, cuál es?
 

- Si, si….
 

- ¿Tu crees que algún día la ciencia podrá mostrar abiertamente que todas estas experiencias que vivimos son reales?
 

- Los espíritus quieren mostrarlo pero hace falta que la gente sea más abierta, porque está muy cerrada. Es difícil hacer creer a la gente en el espiritismo. Somos pocos, pero algunos ven cosas tan fantásticas. Una cosa que me fascina también son los perfumes. No sé si tu has notado alguna vez, si estas con Divaldo, que te encuentras invadida de perfumes. Él dice: “son los espíritus que son felices, muestran su felicidad a través de ellos.” 

Esta es una capacidad bastante rara. Yo sé que había un famoso médium inglés que también hacía salir perfumes, pero son muy pocos los que tienen esa capacidad tan maravillosa que hacen perder los sentidos. Es una pena que haya seres que no puedan captarlos.

A veces cuando estoy trabajando con mis traducciones en casa y tengo una amiga a mi lado, ella dice: ¡Oh! ¿Qué es eso? ¿Ese perfume?
Los espíritus crean y de esa manera les hacen creer.
 

-Son manifestaciones muy bonitas, la verdad.
 

-Si, si.
 

- Me gustaría ahora preguntarte por tu centro. Me has dicho que se llama Ana Franco en honor a la madre de Divaldo. Cuéntame sobre su historia, cuándo decidiste abrirlo, con cuántas personas comenzaste.
 

- Bien, bien, tal y como te he contado anteriormente tenía esa intención, pero pasaron los años y yo seguía traduciendo libros, interpretando a Divaldo, etc., etc. Pero aún no tenía centro y ya empezó a reunirse gente alrededor de mí, y animándome y preguntando que porqué no montaba un centro, contigo de presidenta, me decían. Nosotros seremos tus alumnos y estudiaremos la obra de Kardec… Eh, yo dije que sí pero tuvimos problemas. Al principio, no les gustaba el local que había alquilado, pero entonces me dijo Divaldo: ¿Por qué no usas tu apartamento como Centro? Y allí realizamos una oración, Divaldo, Nilson, el Presidente, Raúl… y de esa forma hicimos la inauguración del centro en el mismo apartamento. Y yo siento ahora que mi apartamento es el centro de verdad. Además yo vivo allí.
 

- Eres una parte del centro.
 

-Sí. El centro tiene que estar completamente puro, no se permite fumar, no se come carne ni pescado. Tiene que estar lo más limpio posible. Nos sentamos en el suelo en cojines fabricados por la madre de una de las alumnas y bien, estamos montando una biblioteca, tenemos muchos videos y yo cada vez que voy a Brasil o Portugal vuelvo con la mochila llena. La mayor parte están en portugués y quiero que los españoles lean libros en ese idioma porque es muy fácil. Es difícil para los españoles hablarlo, pero leer, no. Y es que hay una literatura tan maravillosa en portugués.

En la biblioteca tenemos el Pentateuco de Kardec, los libros básicos, en varios idiomas, pues a veces vienen personas de Suecia, Noruega, Holanda, etc. Y así cada uno puede leerlos en su dialecto.
 

- ¿Cuántos libros has traducido?
 

- He traducido libros del portugués y francés al sueco.

La presidenta de la federación sueca, quería tener traducidos a ese idioma los cinco libros básicos de Allan Kardec, pero no sabía, y oyó una voz que le contó que conocería a una mujer que le ayudaría a llevar a cabo esa realización. 


Cuando me conoció en el Congreso de España del 92 empezamos a escribirlos en sueco, yo los interpretaba y ella los revisaba, así conjuntamente se ha ido realizando esa labor.

Después he ido traduciendo al sueco una fila de libros de Divaldo.
 

- ¿Cuántos idiomas conoces?
 

- Doce, catorce.
 

- ¿Realizáis algún tipo de trabajo social en vuestro centro?
 

- Sí, ayudamos a los enfermos. Cuando alguien nos habla de una persona enferma, oramos por ella, y a veces suceden “milagros”, lo que no existe según Allan Kardec, pero lo parecen. La oración ayuda. Cuando lo hacemos por alguien y está dentro de su destino, seguro que se cura.
 

- ¿Tenéis clase de mediumnidad o realizáis algún tipo de trabajo mediúmnico?
 

- Tenemos médiums, pero vienen con poca frecuencia. Como Allan Kardec dice que todos somos médiums, intentamos todos con ejercicios espirituales y con “amor” desarrollar nuestra propia mediumnidad, y a veces se muestra.
 

- ¿Qué tipo de mediumnidad tienes al margen de la espontaneidad a la que ya nos hemos referido?
 

- Tengo experiencias mediúmnicas como las que he expresado pero no soy médium que pueda decirte ven mañana a las cinco y vamos a hacer tal o cual cosa...
 

- Es bonito Sol esos efectos espontáneos, porque con ellos se demuestra que no hay lugar a la manipulación, ni al engaño.
 

- Verdad.
 

- Por último quiero preguntarte esa “paz” y esa “alegría” que irradias de dónde te viene.
 

- Suelo recitar un “mantra” de los muchos que aprendí viviendo en la India, que además, es uno de los preferidos de Divaldo y traducido del sánscrito dice:

“Guíame de la oscuridad a la luz,
Guíame de la irrealidad a la realidad,
Guíame de la muerte a la inmortalidad.
Paz, paz, paz.”



Muchas gracias Solveig por tu testimonio y por el buen rato que pasé realizando esta entrevista contigo. Eres un “SOL”.

Ana Sobrino
Centro Espírita “Entre el Cielo y la Tierra”
San Martín de Valdeiglesias (Madrid)


 


17 octubre 2019

PADRE NUESTRO

De "El Evangelio según el Espiritismo" por Allan Kardec



Es el más perfecto modelo de concisión, verdadera obra maestra de sublimidad es su sencillez.


En efecto, a pesar de su brevedad, resume todos los deberes del hombre para con Dios, para consigo mismo y para con el prójimo: encierra una profesión de fe, un acto de adoración y de sumisión, la petición de las cosas necesarias a la vida, y al principio de caridad.

Dedicarla hacia alguien, es pedir para él/ella lo que pediríamos para nosotr@s mism@s.

Sin embargo, en razón mismo de su brevedad, el sentido profundo encerrado en algunas palabras de las que se compone, pasa desapercibido para la mayor parte; generalmente se dice sin dirigir el pensamiento sobre las aplicaciones de cada una de sus partes; se dice como una fórmula cuya eficacia es proporcionada al número de veces que se repite; así es que casi siempre es el número cabalístico de tres, siete, o nueve, sacados de la antigua creencia supersticiosa que atribuía una virtud a los números, y que se usaba  en las operaciones de la magia.

Para suplir el vacío que la concisión de esta oración deja en el pensamiento, según el consejo y con la asistencia de los buenos espíritus, se ha añadido a cada proposición un comentario que desarrolla su sentido y enseñanza sus aplicaciones. Según las circunstancias y el tiempo disponible, se puede decir la oración dominical “sencillamente o comentada”.

Oración .-

I. “¡ Padre nuestro que estás en los cielos santificado sea tu nombre!”

Creemos en vos , Señor, porque todo revela vuestro poder y vuestra bondad:  La armonía del Universo atestigua una sabiduría, una prudencia y una previsión tales, que sobre pujan a todas las facultades humanas, el nombre de un ser soberanamente grande y sabio está inscripto en todas las obras de la creación, desde la hebra de la más pequeña planta y desde el más pequeño insecto, hasta los astros que se mueven en el espacio; en todas partes vemos la prueba de una solicitud paternal, por eso es ciego el que no os reconoce en vuestras obras, orgulloso el que no os glorifica, e ingrato el que no os da las gracias.

II. “¡ Venga a nos tu reino!”

Señor, habéis dado a los hombres leyes llenas de sabiduría, que producirían su felicidad si las observasen; con esas leyes harían reinar entre ellos la paz y la justicia, se ayudarían mutuamente en vez de perjudicarse como lo hacen, el fuerte sostendría al débil y no lo abatiría, evitando los males que engendran los  abusos y los excesos de todas clases. Todas las miserias de la tierra tienen su origen en la violación de vuestras leyes, porque no hay una sola infracción que no tenga fatales consecuencias.

Habéis dado al bruto el instinto que le traza el límite de lo necesario, y maquinalmente se conforma a él; pero al hombre además de su instinto, le  habéis dado la inteligencia y la razón; le habéis dado también la libertad de observar o de infringir aquellas de vuestras leyes que le conciernen personalmente, esto es, de elegir entre el bien y el mal, a fin de que tengan el mérito y la responsabilidad de sus acciones.

Nadie puede alegar que ignora vuestras leyes, porque en vuestro cariño habéis querido que estuviesen grabadas en  la conciencia de cada uno, sin distinción de cultos  ni de naciones; los  que las violan es porque os desconocen.

Vendrá un día, según vuestra promesa, en que todos las practicarán; entonces la incredulidad habrá desaparecido; todos os reconocerán como el Soberano Señor de todas las cosas, y el reino de vuestras leyes será vuestro reino en la Tierra.

Dignaos, Señor, activar su advenimiento dando a los hombres la luz necesaria para que se conduzcan por el camino de la verdad.

III. “Hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo!”.

Si la sumisión es un deber del hijo para con su padre y del inferior para con su superior ¡cuándo más grande debe ser la de la criatura para con su Creador! Hacer vuestra voluntad, Señor, es observar vuestras leyes y someterse sin  murmurar a vuestros divinos decretos; el hombre se someterá a ellos, cuando comprenda que sois origen de toda sabiduría, y que sin vos nada puede; entonces realizará vuestra voluntad en la Tierra, como los elegidos en el Cielo.

IV. “El pan nuestro de cada día, dádnosle hoy”.

Dadnos el alimento para conservar las fuerzas del cuerpo; dadnos también el alimento espiritual para el desarrollo de nuestro espíritu.

El bruto encuentra su alimento; pero el hombre lo debe a su propia actividad y a los recursos de su inteligencia porque vos le habéis creado libre.

Vos le habéis dicho: “Extraerás tu alimento de la tierra con el sudor de tu frente”; por eso habéis hecho una obligación del trabajo a fin de que ejercitara su inteligencia buscando los medios de proveer a su necesidad y a su bienestar; los unos por el trabajo material, y los otros por el trabajo intelectual; sin trabajo quedaría estacionado y no podría aspirar a la felicidad de los espíritus superiores.

Vos  secundáis al hombre de buena voluntad que confía en vos para lo necesario, pero no al hombre que se complace en la ociosidad, que todo quisiera obtenerlo sin pena, ni al que busca lo superfluo. (“El Evangelio según el Espiritismo” Cap. XXV).

¡Cuántos hay que sucumben por su propia falta, por su injuria, por su imprevisión o por su ambición, y por no haber querido contentarse con lo que les habéis dado! Esos son los artífices de su propio infortunio, y no tienen derecho de quejarse, porque son castigados por donde han pecado. Pero ni aún a esos abandonáis porque sois infinitamente misericordioso,  sino que les tendéis una mano caritativa desde el momento en que, como el hijo pródigo, vuelve sinceramente a vos. (“El Evangelio según el Espiritismo” Cap. V, núm. 4).

Antes de quejarnos de nuestra suerte, preguntémonos si es producto de nuestras propias acciones: a cada desgracia que nos sucede, preguntémonos si hubiese de pendido de nosotros el evitarla: pero digamos también que Dios nos ha dado la inteligencia para salir del atolladero, y que de nosotros depende el hacer uso de ella.

Puesto que la ley del trabajo es la condición del hombre en la tierra, dadnos ánimo y fuerza para cumplirla; dadnos también prudencia, previsión y moderación, con el fin de no perder el fruto de este trabajo.

Dadnos, pues, Señor, nuestro pan de cada día, es decir, los medios de adquirir con el trabajo las cosas necesarias a la vida, porque nadie tiene derecho de reclamar lo superfluo.

Si nos es imposible trabajar, confiamos en vuestra Divina Providencia.

Si entra en vuestros designios el probarnos por las más duras privaciones, a pesar de nuestros esfuerzos, las aceptamos como justa expiación de las faltas que hayamos podido cometer en esta vida o en una vida precedente, porque vos sois justo; sabemos que no hay penas inmerecidas, y que jamás castigáis sin causa.



Preservadnos, Dios mío, de concebir la envidia contra los que poseen lo que nosotros no tenemos, ni contra aquellos que tienen lo superfluo cuando a nosotros nos hace falta lo necesario. Perdonadles si olvidan la ley de caridad y de amor al prójimo que les habéis enseñado. (“El Evangelio según el Espiritismo” Cap. XVI, núm. 8).



Separad también de nuestro espíritu el pensamiento de negar vuestra justicia, viendo prosperar al malo, y al hombre de bien sumergido algunas veces en la desgracia. Gracias a las nuevas luces que habéis tenido a bien darnos, sabemos ahora que vuestra justicia se cumple siempre y no hace falta a nadie; que la prosperidad material del malo es efímera, como su existencia corporal, y que sufrirá terribles contratiempos, mientras que la alegría reservada al que sufre con resignación será eterna. (“El Evangelio según el Espiritismo” Cap. V, núms. 7, 9, 12 y 18).



V. “Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. –



Perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.”


Cada una de nuestras infracciones a vuestras leyes, Señor, es una ofensa hacia vos, y una deuda contraída que tarde o temprano tendrá que pagarse. Solicitamos la remisión de ellas de vuestra infinita misericordia, y os prometemos hacer los debidos esfuerzos para no contraer nuevas deudas.



Vos habéis hecho una ley expresa de la caridad; pero la caridad no consiste sólo en asistir a su semejante en la necesidad: consiste también en el olvido y en el perdón de las ofensas. ¿ Con qué derecho reclamaríamos vuestra indulgencia, si nosotros mismos faltásemos a ella con respecto a aquellos contra quienes tenemos motivos de quejas?



Dadnos ¡ Dios mío! La fuerza para ahogar en nuestra alma todo sentimiento, todo odio y rencor; “haced que la muerte no nos sorprenda con un deseo de venganza en el corazón”. Si hoy mismo os place el quitarnos la vida, haced que podamos presentarnos a vos puros de toda animosidad, a ejemplo de Cristo, cuyas últimas palabras fueron de clemencia para sus verdugos. “El Evangelio según el Espiritismo” (Cap. X).



Las persecuciones que nos hacen sufrir los malos, son parte de nuestras pruebas y debemos aceptarlas sin murmurar, como todas las otras pruebas y no maldecir a aquéllos que con sus maldades nos facilitan la senda de la felicidad eterna, pues vos nos habéis dicho por boca de Jesús: “¡ Felices los que sufren por la justicia!”. Bendigamos, pues, la mano que nos hiere y nos humilla, porque las heridas del cuerpo nos fortifican nuestra alma y seremos levantados de nuestra humildad. (“El Evangelio según el Espiritismo” Cap. XII, núm. 4).



Bendito sea vuestro nombre, Señor, por habernos enseñado que nuestra suerte no está irrevocablemente fijada después de la muerte, y que encontraremos en otras existencias los medios de rescatar y de reparar nuestras faltas pasadas, cumpliendo en una nueva lo que no podemos hacer en ésta para nuestro adelantamiento. (“El Evangelio según el Espiritismo” Cap. IV y V, núm. 5).



Con esto se explican, en fin, todas las anomalías aparentes de la vida pues es la luz derramada sobre nuestro pasado y nuestro porvenir, la señal resplandeciente de vuestra soberana justicia y de vuestra bondad infinita.



VI. “No nos dejes caer en la tentación, más líbranos de todo mal” (1).



Dadnos, Señor, fuerza para resistir a las sugestiones de los malos espíritus que intentasen desviarnos del camino del bien, inspirándonos malos pensamientos.



Pero nosotros mismos somos espíritus imperfectos encarnados en la tierra para expiar y mejorarnos. La causa primera del mal reside en nosotros, y los malos espíritus no hacen más que aprovecharse de  nuestras inclinaciones viciosas, en las cuales nos mantienen para tentarnos.



Cada imperfección es una puerta abierta a su influencia, mientras que son impotentes y renuncian a toda tentativa contra los seres perfectos. Todo lo que nosotros podamos hacer para separarlos, es inútil, si no les oponemos una voluntad inquebrantable en el bien, renunciando absolutamente al mal. Es, pues, necesario, dirigir nuestros esfuerzos hacia nosotros mismos, y entonces los malos espíritus se alejarán naturalmente, porque el mal es el que los atrae, mientras que el bien los rechaza. (Véase Oraciones para los obsesados del Evangelio según el Espiritismo).





Señor, sostenednos en nuestra debilidad, inspirándonos por la voz de nuestros

Ángeles custodios y los buenos espíritus, la voluntad de corregirnos de nuestras imperfecciones, con el fin de cerrar a los espíritus impuros el acceso de nuestra alma. (Véase núm.11)



El mal no es obra vuestra, Señor, porque el origen de todo bien nada malo puede engendrar, nosotros mismos somos los que lo creamos infringiendo vuestras leyes por el mal uso que hacemos de la libertad que nos habéis dado. Cuando los hombres observen vuestras leyes, el mal desaparecerá de la tierra como ha desaparecido de los mundos más avanzados.



El mal no es una necesidad fatal para nadie, y sólo parece irresistible a aquellos que se abandonan a él  con complacencia. Si tenemos la voluntad de hacerlo, podemos también la voluntad de hacer el bien, por eso, Dios mío, pedimos vuestra asistencia y la de los buenos espíritus para resistir a la tentación.



(1)    Algunas traducciones dicen: “No nos induzcáis en la tentación” (et ne nos induces in tentationem);  esta expresión daría a entender que la tentación viene de Dios, que él induce voluntariamente a los hombres al mal; pensamiento blasfematorio que asimilaría Dios a Satanás, y no puede haber sino el de Jesús. Por lo demás, está conforme con la doctrina vulgar sobre la misión atribuida a los demonios. (Véase “Cielo e Infierno”, cap. X : Los demonios).



VII. “Amén”.



¡ Haz, Señor, que nuestros deseos se cumplan! Pero nos inclinamos ante vuestra sabiduría infinita. Sobre todas las cosas que no nos es dado comprender, que se haga vuestra santa voluntad, y no la nuestra, porque Vos sólo queréis nuestro bien y sabéis mejor que nosotros lo que nos conviene.



Os dirigimos esta plegaria, ¡ oh, Dios mío!, por nosotros mismos, por todas las almas que sufren, encarnadas o desencarnadas, por nuestros amigos y enemigos, que por todos aquellos que pidan nuestra asistencia, y en particular por (nombre)



Solicitamos, sobre todo, vuestra misericordia y vuestra bendición.



Nota- Aquí se pueden formular las gracias a Dios por lo que nos haya concedido, y lo que cada uno quiera pedir para sí o para otr@. (Véanse más adelante las oraciones números 26 y 27 del Evangelio según el Espiritismo.)

Reflexiones

Reflexión 18/5/19

Ayuda al compañer@ en su camino. Acércate y ofrécele amistad. Pon a disposición de los demás la fuente generosa de tu amistad, ofreciendo...