LOS SABIOS QUE NOS PRECEDIERON
Tantos días con sus noches
he querido seguir la pauta del corazón
que en su forma y color es la expresión apasionada
más cercana que la conciencia me ha dado
para que vivos sentimientos y evolucionados anhelos
se vayan volando a recordar cálidamente
a otras consciencias que hay gratitud hacia ellas
por tomarse el interés en estar gran parte de su vida
generando impulsos reafirmantes del origen de la existencia.
Hay en la atmósfera terrestre ese aire mensajero
de lo bueno y de lo efímero…
efímero porque algo ha de morir primero.
Hay mensajes inteligentes para llenar pensamientos
en que lo banal no cuenta, en que evolucionar es cierto.
¡Qué seres más delicados y llenos de dignidad
verdaderos creadores de paz y serenidad!;
atentos en ésta tierra al lamento de los vivos
y al silencio de los muertos… ¡muertos en vida!
Que aún en tan tristes momentos sed de la esencia tienen,
sin quererse desprender de otras vidas que gimotean
y con resignada paciencia arrastran cuan pesada cuerda
en la que se hallan todas conectadas y sujetas.
Hacia todos esos seres luminosos es llamada sincera
porque queremos crecer…
¡Hay veces que se tensa tanto la llamada
que el dolor aprieta y oprime!.
Avanzando vamos todos en dirección a una puerta
en que cruzando el umbral es haber salido
de un tormentoso y tortuoso porvenir.
Gracias a ese aire fresco que con generosidad penetra
por toda esa cavidad que deja una puerta abierta.
He de dar gracias sinceras a los seres evolucionados
y también emprendedores, porque sin lugar a dudas
siguen siendo los mejores.
Si algún día llego a cruzar el umbral antes de alejarme
en la cuerda dejaré hojas colgando en ellas mensajes,
siendo reflejos certeros que como estela se quedan
para poder llegar al oasis donde la conciencia se deleita.
Dejando atrás ese pesado y pasado túnel
sin preocuparse más de las dolorosas llagas
con sus tristes lamentos.
En esas ligeras hojas se queda la vida impresa
de las más constantes esperanzas, de realidades eternas.
Las conciencias que sabemos hacia ese umbral llegar
sin duda nos asomaremos para ver el más allá
y con gran sonrisa, a la cuerda tensa mirar
para seguir dejando el mensaje:
¡Cruzando el umbral siguen alumbrando las estrellas!.
