ESTESIA
...Es de noche, y cierro los ojos, mientras la muerte me abre la puerta de la liberación, llamándome a encontrarme contigo, y me embeleso con las estrellas engarzadas en el terciopelo azul oscuro de la bóveda celeste, formando una sendero resplandeciente por el que debo seguir.
Artista de la Vida, ¡cuánta sensibilidad en Tu creación!
Tu voz que canta, en la música de la Naturaleza, continúa en el arpa de mis sentimientos irradiando sonidos y belleza, llamándome en dirección a Tu amor sin interrupción.
Inmortal, antes del tiempo y después de los siglos, me inclino ante la ventana de la eternidad para que la magia de Tu obra me haga cada vez más Tuyo, embriagándome de felicidad.
En Tu homenaje aquí deposito mi rosario de canciones para los oídos del mundo, y principalmente para aquellos que, por no haberte encontrado todavía, se niegan a descubrirTe en la sensibilidad de la Vida.
Tagore, Salvador, 5 de mayo de 1984
pájaros libres
XXIX
Amigo,
desvela el ropaje de las ilusiones infanto-juveniles y asume la
madurez de tus días.
Ya
pasaron las horas distraídas en que los proyectos lúdicos se
convertían en realidad, en el mundo de las fantasías.
Rasga
las vestiduras de los sueños y enfrenta las responsabilidades que te
llaman, desafiantes, para las tareas adultas.
La
sociedad es el campo a cultivar con los fuertes instrumentos de la
voluntad y del deber.
Mientras
te lamentas por los días que pasan, más veloces se acumulan las
horas en la noche del reloj de arena del tiempo, deslizándose y
huyendo hacia el pasado.
No te
das cuenta de que ésta es tu oportunidad feliz de escribir el futuro
con tus actos. La insistencia en la ignorancia del deber no lo anula,
ni hace que sucumba en la erosión de sus estructuras expuestas al
clima de abandono.
Tu
cuerpo alcanza la plenitud de fuerzas, pero la mente se demora en los
antiguos juegos de la infancia.
La
edad es cobrador inclemente, y luego te derrotará al paso de los
años, con los equipos orgánicos desajustados y sin acción
auto-reparadora.
Utiliza
el verano, que se desvanece en otoño gris, en el camino del
peligroso invierno de las energías agotadas.
Asume
tu papel en el mundo, amigo, y cambia el paisaje íntimo, cambiando
para mejor las condiciones del medio donde te encuentras.
Psicografíados por Divaldo Pereira Franco en sus libros "Estesia" y "Pássaros livres".
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