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Sir William Crookes
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EXISTENCIA
Y SUPERVIVENCIA
DE
LOS
ESPÍRITUS
Aparentemente
somos tan solo el cuerpo con el que vivimos en este mundo. Ahora
bien, todo indica, y el análisis
químico lo demuestra, que nuestro cuerpo está formado
exclusivamente de materia, como
los demás cuerpos de la naturaleza. Es verdad que esa
materia
recibe
además
el
flujo
energético
de
una
sustancia
organizadora
sutilísima
-el
principio
vital-,
absorbida
naturalmente
por
el
organismo,
que
le
comunica
el
dinamismo
en
virtud
del
cual
se
realizan
todas
las funciones
vitales;
principio
que
existe,
además,
también
en
los
otros
seres
vivos,
vegetales
y
animales.
Pero
el
análisis
consciente
y
una
observación
más
profunda,
muestran
que
en
el
hombre
existe
algo
más
que
materia
y
principio
vital.
El
hombre
piensa,
tiene
conciencia
plena
de
su existencia; relaciona ideas,
establece conceptos, elabora juicios, construye razonamiento,
saca
conclusiones
y,
sirviéndose
de
un
instrumento
maravilloso
que
es
el
lenguaje,
comunica
eso
a
sus
semejantes.
Nada
que
tan
solo
se
parezca
a
esto
ocurre
en
el
mineral
bruto,
en
la
roca inerte, como tampoco en
ningún vegetal del más espléndido y frondoso árbol, así como no
existe en los animales, ni aún en aquellos en
los que ya aparecen algunos
indicios de inteligencia y afectividad; pero en los cuales, en
realidad,
sólo
existen
sensaciones,
vagas
percepciones,
actividades
puramente
instintivas
y
una
inteligencia
muy
rudimentaria.
En
el
hombre,
no
obstante,
la
inteligencia
está
elaborada,
cultivada,
plenamente
desarrollada,
es
superior:
piensa
y
en
él
brilla
la
luz
de
la
razón.
A
la pregunta — ¿Existe el alma? [o Espíritu] Los fenómenos del
magnetismo, hipnotismo, anestesia, Experiencias fuera del cuerpo, Experiencias cercanas a la muerte, Psicografía, Psicometría, Levitación, Poltergeist, Apariciones tangibles, Transcomunicación instrumental,... confirman las deducciones de la filosofía y las
afirmaciones de la conciencia.
Impulsados
por la evidencia de los hechos a admitir una fuerza directriz en el
hombre, gran cantidad de materialistas se refugian en una negatividad
absoluta y sostienen que esa energía se extingue con el cuerpo, del
cual no es más que una emanación. Como todas las fuerzas físicas y
químicas - alega la
ciencia
- el alma, ese resultado vital, cesa con la causa que la produce;
muerto el hombre, el alma queda aniquilada.
¿Será
posible esto?
¿No seremos más que un vulgar y simple conglomerado
de moléculas sin solidaridad entre sí?
¿Debe desaparecer para
siempre nuestra individualidad llena de amor?,
y de lo que fue un
ser humano ¿no quedará realmente más que un cadáver destinado a
desintegrarse lentamente en la fría noche del sepulcro?
Descartes afirmó: «Pienso, luego existo». Sin
embargo lo que debía estar en el razonamiento del gran filósofo
no
puede
ser
otra
cosa
que
la
siguiente
idea:
pienso.
Ahora
bien,
la
materia
por
sí
misma
no
piensa; luego existe en mí,
además del cuerpo material algo más que es el agente de mi
pensamiento en virtud de lo cual
existe como ser inteligente y tengo plena conciencia de mi existencia.
Es
un
razonamiento
perfectamente
lógico
y
conforme
con
la
más
pura
razón
humana.
Debería
ser
suficiente
para
que
en
el
hombre
no
existiese
ninguna
duda
al
respecto
de que en él vive esencialmente
un espíritu; es decir, un ser
inmaterial y sin embargo real,
independiente del cuerpo y
que lo sobrevive; y solamente a él
son inherentes las facultades superiores de la inteligencia y
la razón.
Además
existen otras facultades en el hombre que
nada
tienen
que
ver
con
la
materia,
que
son
funciones
de
una
conciencia
individual
superior,
resultando en todas el sentido
moral.
No obstante, hay muchos que no creen en la realidad
de
su
propia
existencia,
la
de
espíritu,
que
es
inmortal.
Si,
hay
incrédulos,
que
viven
negando o tal vez, solamente en
dudas, pues en el fondo de su ser deben tener la misma aspiración,
natural aspiración de toda
criatura: no morir. Entonces Dios en su infinita bondad y amor,
como
Divina
Providencia,
concedió
al
hombre,
con
las
manifestaciones
espiritas,
las
pruebas
concretas
de
que
en
él
vive
un
espíritu
y
de
que
ese
espíritu
sobrevive
a
la
muerte.
¿Podría
admitirse que el cerebro es el que segrega ese pensamiento de
Descartes, del mismo modo que el hígado segrega la bilis?
Sería
ilógico, si tuviéramos en cuenta que por ser el pensamiento un
efecto inteligente, requiere la existencia de una causa también
inteligente.
Allan
Kardec especifica que la duda en lo concerniente a la existencia de
los Espíritus, tiene como principal causa la ignorancia acerca de la
verdadera naturaleza de estos. Generalmente se los representa como
seres aparte de la creación, de cuya existencia no ha sido
demostrada la necesidad.
Sea
cual fuere la idea que se tenga de los Espíritus, la creencia en
ellos necesariamente se apoya en la existencia de un principio
inteligente fuera de la materia. Esa creencia es incompatible con la
negación absoluta de este principio.
Si
la creencia en los Espíritus y en sus manifestaciones –manifiesta
además Allan Kardec– constituyera una concepción particular, si
se tratara del producto de un sistema, podría con cierta razón
merecer la sospecha de que es ilusoria. Que nos expliquen entonces
por qué la encontramos de modo tan vigoroso en la totalidad de los
pueblos, antiguos y modernos, al igual que en los libros sagrados de
todas las religiones conocidas.
Manifestaciones
de espíritus han ocurrido en todos los tiempos, desde la más remota
antigüedad,
pero
con
carácter
excepcional
o
consideradas
de
origen
sobrenatural.
Sus
verdaderas
causas
sólo
eran
conocidas
por
los
iniciados,
en
los
llamados
misterios
de los templos, de las antiguas
civilizaciones. Las escrituras sagradas están llenas de esos
hechos.
Individuos
excepcionales
–
los
profetas
–
servían
de
intermediarios
entre
los
espíritus
y los hombres y anunciaban muchas cosas como expresiones de la
voluntad de Dios; y una
de las cosas anunciadas entonces
fue que vendría el tiempo en que esa facultad de
intermediación
se
generalizaría,
dando
lugar
a
manifestaciones
que
ocurrirían,
irrefrenables,
por
todas
partes
para
sacudir
las
conciencias
y
los
corazones
de
los
hombres,
despertándolos
a la gran realidad de un mundo
espiritual.
La
profecía se cumplió y, luego de algunos casos
aislados, de unos pocos
precursores que no tuvieron mayor repercusión, ocurrieron en los
Estados Unidos de Norte América,
hechos notables que llamaron rápidamente la atención.
Producidos inicialmente en la
aldea de Hydesville, rápidamente se propagaron a la ciudad
de Rochester y a otras
importantes ciudades de América del Norte; de allí se expandieron
por toda Europa, llegando primero
a Inglaterra, Francia,
y Alemania; ocurrieron en todas
partes
y
desde
entonces
son
irrefrenables
los
hechos
espíritas.
¿Qué
hechos son esos?
Son fenómenos que consisten en efectos
físicos diversos:
ruidos,
que dan la sensación de rasguños, estallidos,
golpes
o pasos, producidos en puertas,
paredes, pisos, sin causa
física conocida; proyección
ó desplazamiento
(transportes) de
objetos
de diversas formas y
naturalezas- piedras, ropas, utensilios domésticos, joyas, monedas,
alimentos y hasta flores-
a través de paredes, puertas y ventanas cerradas; movimientos
de objetos sin contacto
visible, ya sean livianos o pesados, incluyendo muebles, mesas,
sillas,
armarios,
mostradores,
etc.
La
simple
producción
de
esos
efectos
físicos
nada
probaría,
por
sí
misma,
en
cuanto
a la existencia de los espíritus;
debido a que los efectos podrían ser producidos por otras
fuerzas naturales y desconocidas;
pero el hecho singular de que la
causa productora de los
mismos se revela asociada
a una inteligencia que dirige la acción, y que esa inteligencia es
capaz
de
mostrar
que
el
alma
de
un
muerto,
dando
evidentes
señales
de
identificación, prueba
que
su
verdadera
causa
son
los
Espíritus.
Existe
la
supervivencia
del
alma
humana,
que
no
es
otra
cosa
que
un
espíritu
encarnado
y
está
ampliamente
demostrada
por
los hechos
espíritas,
investigados con todo rigor científico por numerosos y eminentes
sabios e
investigadores
desde
el
siglo XIX
a la época actual.
Los sabios,
escépticos
al
principio,
se
rindieron
a
las
evidencias
de
que
la
vida
continua
más
allá
de
la
tumba y de que las almas de
aquellos que murieron en este mundo, pueden venir a
comunicarse con los hombres, con
los seres queridos que dejaron la tierra y, asimismo con
espíritus especialmente
delegados por los superiores designios de Dios, para la misión de
traerles
la
revelación
de
esa
verdad.
A
tal
punto
quedó
eso
demostrado
en
las
experimentaciones
de
los
sabios,
que
uno
de
ellos, ubicado entre los más
eminentes del siglo pasado, Alfred Russell Wallace (1)- hizo esta
categórica
afirmación:
«El
Espiritismo
está
bien
demostrado
como
la
ley
de
gravedad». (1) Naturalista, explorador, geógrafo, antropólogo y biólogo británico, conocido por haber propuesto una teoría de evolución a través de la selección natural independiente de la de Charles Darwin que motivó a este a publicar su propia teoría.)
Wallace
comenzó a estudiar el espiritismo en el verano de 1865, posiblemente
incitado por su hermana mayor Fanny Sims, quien había estado
involucrada en ello durante algún tiempo. Después de revisar la
literatura existente sobre el asunto y de repetir los fenómenos que
presenció en varias sesiones de espiritismo, llegó a aceptar que el
espiritismo estaba conectado con una realidad natural. Durante el
resto de su vida quedó convencido de que alguna de las sesiones era
genuina, sin importarle cuantas acusaciones de fraude hicieran sus
detractores. Historiadores y biógrafos no se han puesto de acuerdo
sobre qué factores influyeron en su adhesión al espiritismo. Varios
autores han argumentado el deseo de Wallace de encontrar una
explicación científica y racional a todos los fenómenos,
materiales o no, del mundo y de la sociedad humana.
El espiritismo llamó la atención de
muchas personas de la época que ya no encontraban aceptable la
doctrina religiosa tradicional, como la de la Iglesia
de Inglaterra, y estaban insatisfechos con el punto de vista
materialista y mecanicista que fue emergiendo durante el siglo
XIX. En cualquier caso, muchos autores, que han investigado los
puntos de vista de Wallace en profundidad, ponen mucho énfasis en
que el espiritismo representaba
para él una ciencia y una filosofía más
que una creencia religiosa.
Entre otros destacados intelectuales
del siglo XIX que investigaron
el espiritismo, cabe destacar al reformador social Robert
Owen, quien fue uno de los primeros admiradores de Wallace; los
físicos William
Crookes y lord
Rayleigh; el astrónomo Camille
Flammarion, el matemático Augustus
De Morgan y el editor escocés Robert
Chambers.
Los
sueños que dan los detalles de entierros a distancia no son raros. Como
ejemplo, tenemos el que invitaron al Sr. Stainton Moses, un amigo en
Lincolnshire, pero no pudo ir. Aproximadamente al mismo tiempo del
entierro, sin embargo, él cayó en trance, y pareció que estaba en la
ceremonia, y cuando tomó consciencia escribió todos los detalles,
describiendo al clérigo, quien no era el previsto, el camposanto, que
estaba a una distancia de Northamptonshire, con un árbol particular
cerca de la tumba. Él entonces envió esta descripción a un amigo quien
si estuvo presente, y quien contestó con asombro de cómo podía conocer
todos esos detalles. Esto, como se puede decir, es la mera
clarividencia, pero la clarividencia es un término que no explica nada, y
es bastante misterioso e ininteligible si se supone que ocurrió sin la
intervención de inteligencias incorpóreas que le ayudaran. (Harrison's Spirits before our Eyes, p. 148.)
En
su rápida difusión por todo el mundo, los fenómenos surgidos en
Hydesville
llegaron también a Francia y
allí se generalizaron, asumiendo sobre todo la modalidad de
las
llamadas
mesas
giratorias,
que
se
movían
sin
causa
justa
aparente,
pero
bajo
la influencia de una fuerza
desconocida, al parecer emanada de ciertas personas especialmente
dotadas.
Pero las mesas también eran
parlantes en el sentido que respondían inteligentemente
por medio de interrupciones,
seguidas de ciertos números de golpes convencionales de
unas
de
las
patas,
a
las
preguntas
formuladas
por
las
personas
presentes
en
el
lugar
donde
se producía el fenómeno.
Fue
exactamente ese carácter de inteligente que asumiera el
fenómeno, lo que lleva al
profesor Hippolyte León Denizard Rivail a interesarse en él e
inmediatamente después a
dedicarse profundamente a su estudio, así como a los demás
fenómenos espíritas, deduciendo
de ellos todas las consecuencias filosóficas, morales y
religiosas que llevan implícitas,
con el auxilio de los propios espíritus, cuyas enseñanzas
ordenadas y codificadas por él,
llegaron a constituir el admirable cuerpo de la Doctrina
Espírita, concretada en «El
Libro de los Espíritus», que publicara en primera edición el 18
de Abril de 1857.
Como se sabe, el profesor Rivail
adoptó entonces el seudónimo de Allan
Kardec.
Allan
Kardec escribió otro libro
complementario del primero – «El
Libro de los
Médiums» –cuya segunda
parte–
De Las Manifestaciones
Espíritas
está totalmente
dedicada
al
estudio
minucioso
de
esas
manifestaciones,
es
decir,
de
toda
fenomenología Espírita. «El
Libro de los Médiums» es la primera de sus obras que debe
consultarse sobre
ese
importante asunto y, como obra
general, no existe ninguna otra que la supere.
La
sigue inmediatamente el libro
de León Denis
«En lo Invisible». Suceden a ésta numerosas
obras,
ya sean generales, tratando
de toda
la
fenomenología o particulares, es
decir, tratando
de
determinados
fenómenos.
Bajo
este
último
aspecto
vale
citar,
solamente
como
ejemplos,
los libros siguientes: del
físico William
Crookes, «Hechos Espíritas» en el
que son estudiados
fenómenos de efectos físicos y
especialmente el fenómeno de materialización del espíritu
Katie
King, con la ayuda de los
mediums reconocidos y estudiados Daniel
Douglas
Home (levitación, telequinesia y clarividencia) y de Florence Cook (materialización del ectoplasma).
Todavía
queda mucho que descubrir del físico y químico William Crookes. Tras su
muerte, muchas de sus investigaciones con respecto a los fenómenos
paranormales fueron destruidas para "proteger" su reputación. En una
valiosa carta enviada al periódico The Spiritualist, del 15 de
junio de 1871 Crookes señala dos puntos importantes hasta ahora
desconocidos. Crookes hizo sus investigaciones sobre la vida después de
la muerte, quedó totalmente convencido que la vida continua después de
la muerte, pero no porque lo creyera o lo deseara, sino por las numerosas investigaciones científicas que realizó sobre el asunto. Empezó a investigar con la idea preconcebida de que todo era falso y
un engaño, llegando a convencerse por las pruebas recopiladas de todo lo contrario.
Estaba
haciendo pruebas de transcomunicación instrumental a través del aparato
telegráfico. Podría decirse que William Crookes fue el primero en
practicar la comunicación instrumental, con el telégrafo, y al parecer
algunos resultados buenos consiguió porque en la carta dice que quería
hacer mejoras en la telegrafía para establecer una comunicación con
seres del otro lado, en este caso puede referirse a los "otros lados",
tanto espíritus como seres de otros planetas o dimensiones.
Fiedrick
Zollner, «Pruebas Científicas
sobre la Supervivencia» en el que ese sabio físico
y astrónomo alemán relata sus
experiencias con el
extraordinario fenómeno de
desmaterialización, haciendo posible la penetración de cuerpos
materiales
por
otros
y
la
escritura
directa
sobre
una
superficie,
sin
ningún
intermediario
material.
Zöllner
mantuvo numerosas reuniones con médiums e investigadores famosos en
el siglo
XIX
en
su propia residencia en Leipzig.
En 1877,
recibió
por primera vez al medium
inglés de efectos físicos Henry
Slade.
Para analizar la mediumnidad de Slade, Zöllner contó ocasionalmente
con la participación de varios profesores universitarios, lo que
dio visibilidad a su investigación, y los resultados se presentaron
en varias revistas, en forma de artículos, y más tarde en forma de
libros, que tratan sobre “física trascendental”.
Otra
famosa médium investigada por
Zollner fue
Elizabeth
d'Espérance,
protagonista de fenómenos de aparición y transporte de objetos,
cuando pasó por Alemania. Cuando
la medium patió para
Breslau,
Zöllner le sugirió que buscara un amigo allí, el Dr. Friese. Este
recibió
a la
médium, quedando
convencido
de la autenticidad de sus manifestaciones.
En
marzo de 1880, el barón Von Hoffmann compareció
con el
medium
inglés de efectos físicos William Eglinton para asistir a las
reuniones con Zöllner, con un total de veinticinco sesiones. Zöllner
dijo que estaba satisfecho con los resultados, y agregó que no hubo
fraude en las manifestaciones.
Arthur
Findlay, «Al Borde de lo Etéreo», subtitulado: “Supervivencia después de la muerte científicamente
explicada”, este volumen proporciona la llave del misterio que nos
espera a todos después de la muerte física, esclarece sobre el fenómeno del médiumnismo de la
voz directa donde son relatados admirables
fenómenos por
intermedio de Johan C. Sloan.
Oliver
Lodge
en su libro «Raymond»
en el que ese sabio físico inglés describe experiencias con
diversos
Médiums,
a
través
de
los
cuales
pudo
constatar,
con
todas
la
evidencias,
la
manifestación
de
su hijo Raymond Lodge, joven
Ingeniero muerto en 1915, a los
26 años, en una trinchera
de Flandes, Bélgica, durante la
guerra que se extendió desde 1914 a 1918, habiendo
proporcionado
claras
señales
de
identificación
de
su
personalidad
individual.
Vaga
y confusamente al principio, en los fenómenos de las casas
encantadas, la
personalidad oculta comienza a
afirmarse en la Tiptología y después en la escritura; adquiere
caracteres precisos
en la incorporación mediúmnica
y se hace tangible en las materializaciones. En
ese
orden
es
que
se
han
desarrollado
los
hechos,
multiplicándose,
a
fin
de
atraer
la
atención
de
los
indiferentes,
a
forzar
la
opinión
de
los
escépticos
y
a
demostrar
a
todos
la
supervivencia del alma humana. Ese orden, al
que se podría llamar histórico, es al que adoptaremos por
nuestra
parte
para
el
estudio
de
los
fenómenos
espíritas.
A
pesar de ser incompleta, la clasificación que antecede es muy
práctica, porque es
muy
simple;
además
el
gran
autor
León
Denis,
en
el
estudio
que
hizo
en
la
obra
citada,
considera
otras
modalidades
de
fenómenos
en
las
clases
que
les
son
afines.
Así,
por
ejemplo
en
el
fenómeno
de
escritura
considera
tanto
la
escritura
directa,
a
la
que
llama
también psicografía, mientras
que Kardec la designa pneumatografía; como la que él llama
escritura
mediúmnica, que
para
Kardec
es
la
verdadera
psicografía.
Se
puede
dividir
el
estudio
de
los fenómenos
de espíritas en dos categorías:
los hechos de naturaleza física y
los hechos
intelectuales.
En los primeros,
el médium desempeña un papel
pasivo: es el foco de la
emisión, del que emanan los
fluidos, las energías en cuyo concurso los seres invisibles
actuarán sobre la materia y
manifestará su presencia. En los
fenómenos intelectuales el
médium
ejerce
una
función
más
importante.
El
es
el
agente
transmisor
de
los
pensamientos
del
espíritu;
y su estado psíquico, sus aptitudes, sus conocimientos influyen, a
veces, de manera
sensible
en
las
comunicaciones
obtenidas.
(.
.
.)
«
Casas
con
manifestaciones de espíritus
y transporte de objetos
(Raps,
Poltergeist -ruidos y fantasma-)
El
fenómeno de la casas encantadas
es uno de los más conocidos y frecuentes. Lo encontramos en cierto
modo por todas partes. Son numerosos
los lugares donde se produce; casas en cuyas paredes, pisos y muebles
se oyen ruidos y golpes.
En
algunas viviendas los objetos se mueven sin contacto alguno; caen
piedras lanzadas desde el exterior por una fuerza desconocida; se oye
el estrépito de platos que se rompen, gritos, rumores que molestan y
atemorizan a las personas impresionables.
La
historia del moderno Espiritualismo comenzó con un caso de esa
naturaleza. Las manifestaciones producidas en la casa de Hydesville
en 1848 y las tribulaciones de la familia Fox que vivía en ella, son
bien conocidas.
Fenómeno
de las mesas giratorias
Se
conoce con el nombre de mesas giratorias las comunicaciones de los
Espíritus por medio del movimiento circular que ellos imprimen a una
mesa. Este efecto se produce igualmente con cualquier otro objeto,
pero como la mesa es el mueble con el que por lo cómoda, se han
producido más a menudo tales experiencias, prevaleció la
designación de mesas giratorias para mencionar esta clase de
fenómenos.
Manifestaciones
de los Espíritus a través de la escritura
Son
variadas las formas de comunicación de los Espíritus a través de
la escritura, a saber:
a)
Psicografía indirecta: obtenida por medio de tablas, cestas y
pequeñas mesas a las cuales se adapta un lápiz.
b)
Psicografía directa o manual: Obtenida por el médium mismo bajo la
influencia de los Espíritus; aquel puede tener o no conciencia de lo
que escribe.
c)
Escritura directa o pneumatografía: producida espontáneamente, sin
la cooperación de la mano del médium ni de un lápiz. Basta tomar
una hoja de papel en blanco doblarla y depositarla en cualquier
parte, en un cajón o simplemente sobre un mueble. Hecho esto, si la
persona estuviera en las debidas condiciones, al cabo de un tiempo
más o menos prolongado, se encontrarán trazadas en el papel,
letras, señales, palabras, frases e incluso disertaciones, escritas
la mayoría de las veces con una sustancia cenicienta análoga al
grafito y otras veces con lápiz rojo, con tinta común o bien con
tinta de imprimir.
Manifestación
de los Espíritus mediante la audición y la palabra
(clariaudiencia)
Los
Espíritus se pueden comunicar a través del aparato auditivo del
médium, lo que permite a éste mantener con ellos una conversación
regular. De la misma manera pueden actuar sobre los órganos de la
palabra. En tal caso el médium transmite las ideas de los Espíritus,
muchas veces sin tener conciencia de lo que dice; con frecuencia
(...) manifiesta cosas completamente ajenas a sus ideas habituales, a
sus conocimientos y que incluso trascienden su inteligencia.
Apariciones
y materializaciones de Espíritus
Las
apariciones de los Espíritus se producen cuando el vidente se halla
en estado de vigilia y goza de plena y absoluta libertad de sus
facultades. Se presentan por lo general, como una forma vaporosa y
diáfana, a veces vaga e imprecisa. Otras veces, las formas se
presentan nítidamente delineadas, tanto que se distinguen los
mínimos rasgos de la fisonomía, a tal punto que se puede hacer una
descripción completa de la aparición.
En ciertas ocasiones el
Espíritu se presenta con (...) una forma aún más precisa, con
todas las apariencias de un cuerpo sólido, hasta el punto de causar
una completa ilusión y hacer creer a los observadores que esa
aparición que tienen delante de sí, es un ser corpóreo.
Por
último, existen casos en que bajo el dominio de determinadas
circunstancias, la tangibilidad puede tornarse real, es decir, que
permite al observador tocar, palpar y sentir en la aparición la
misma resistencia y el mismo calor que tiene un cuerpo vivo, lo que
no impide que esa condición de tangible se desvanezca con la rapidez
de un relámpago.
En
tales circunstancias no sólo con la vista se capta la presencia del
Espíritu, sino también por el sentido del tacto. Dado que
una aparición exclusivamente visual puede atribuirse a la ilusión o
a una especie de fascinación, no sucede lo mismo cuando se logra
asirla, palparla, cuando ella misma toca al observador y lo abraza;
en esas condiciones no hay lugar a dudas.
Los
fenómenos de apariciones tangibles [materializaciones] son los más
raros, pero los que se han producido por influencia de algunos
médiums de gran poder y fueron absolutamente constatados por
testimonios irrecusables, prueban y al mismo tiempo explican lo que
la historia narra acerca de personas que después de muertas se
presentan con todas las apariencias de la realidad.
Caso de la medium Srta. Cook y apariciación del espíritu de Katie King en el domicilio de William Crokkes
Las
sesiones casi a diario con la Srta. Cook, me ha ayudado últimamente; han
probado con unas pruebas severas su fuerza, y deseo aprovechar al
máximo, el reconocimiento público de las obligaciones que tengo sobre
ella para la preparación de mis experimentos. Cada prueba que he
propuesto, ella inmediatamente ha acordado realizarla con una gran
voluntad; está siempre dispuesta y es franca en lo que dice, nunca he
visto nada que se acerque al síntoma de falsar o engañar. De verdad, no
creo que ella pudiera continuar un engaño si lo intentara, y seguramente
se descubriría muy rápidamente; tales hechos, son algo externo a su
naturaleza. Imagínese que una inocente colegiala de 15 años sería capaz
de concebir y luego realizar satisfactoriamente la realización de un
engañó durante 3 años, eso es un engaño gigantesco, en aquel tiempo ella
se ajustaba a cualquier prueba que era propuesta, debía llevar un
escrutinio muy estricto, estar dispuesta a ser registrada en cualquier
momento, antes y después de la sesión, debería ser aún un engaño mejor,
ya que tendría éxito, incluso en mi propia casa, no solamente en la de
sus padres, sabiendo que ella me visitaría y con el objeto expreso de
someterse a pruebas científicas estrictas. Imagínese, decir que Katie
King, durante 3 años es el resultado de un engaño es algo que hace daño a
la razón de cualquiera y también va en contra del sentido común de
creer que ella era la misma persona. (Investigaciones De Los Fenómenos de Espiritualismo por Sir William Crookes. 1904)
Psicometría
Hay personas a quienes se les pone en presencia, aunque no lo vean ni lo palpen, un poco de cabello, envuelto en un papel, una carta encerrada en un sobre…, y en seguida van y nos describen a la persona a que ha pertenecido el cabello, o escrito la carta, el sitio y las personas que al presente están con ella, y los principales episodios de su vida pasada. Y no sólo aunque hayan fallecido ven su cuerpo, sino que también su alma, pues nos hablan de sus simpatías, de sus odios, de sus pensamientos; y lo que es más inverosímil, ven y nos predicen su porvenir, que el tiempo, después, confirma.
Hay otros psicómetras que al entrar en una casa deshabitada ha largo tiempo, ven a las personas que la habitaron, los sucesos que en ella tuvieron lugar; y otros, por fin, que ante una moneda u otro objeto extraído de las ruinas de remotísima antigüedad, ven y describen la ciudad y las gentes de aquel tiempo.
Es, pues, un hecho positivamente real, que las imágenes de los hechos del pasado y del porvenir están “grabados”. Como lo es que al hombre, en determinadas condiciones, le es posible ver estas imágenes. Y si al hombre, finito, relativo e imperfecto le es posible ver los cuadros del pasado y del porvenir; el ojo de lo absoluto, de la Divinidad, lo ha de ver todo. (LOS
FENÓMENOS PSICOMÉTICOS, Quintín
López Gomez. 1910)
Xenoglosia
Se
entiende por fenómenos de xenoglosia los casos en los que el médium
no sólo habla o escribe en lenguas que ignora, sino que habla o
escribe en esas lenguas y además hace observaciones originales o
conversa con los presentes.
Transcomunicación
instrumental (TCI)
Este
fenómeno abarca la manifestación de los Espíritus a través de
medios técnicos tales como grabador, radio, secretaria electrónica,
computadora, fax, televisión, teléfono y más recientemente, la
TV-teléfono (una combinación de aparatos que permite a la entidad
espiritual aparecer en el monitor de TV y hablar simultáneamente por
teléfono).
FENÓMENOS PROPIOS DEL ALMA (ANÍMICOS)
Fenómeno
de exteriorización del alma (Experiencia fuera del cuerpo EFC)
Durante
el sueño cuando el cuerpo descansa y los sentidos están inactivos,
podemos comprobar que un ser vela y actúa en nosotros, ve y oye a
través de los obstáculos materiales, paredes o puertas y a
cualquier distancia. El ser fluídico se desplaza, viaja, está
suspendido por encima de la Naturaleza, presencia una gran cantidad
de escenas y todo sin la intervención de los sentidos materiales,
con los ojos cerrados y sin captar nada por los oídos.
Kardec
denomina a este fenómeno como clarividencia sonambúlica. Así se
expresa el Codificador del Espiritismo: Por ser de naturaleza
diferente a las que ocurren en estado de vigilia, las percepciones
que se producen en estado sonambúlico no pueden ser transmitidas por
los mismos órganos. Es sabido que en este caso la visión no se
efectúa por medio de los ojos los cuales, además, se mantienen
generalmente cerrados. Por otro lado, la visión a distancia y a
través de los cuerpos opacos excluye la posibilidad de utilizar los
usuales órganos de la vista.
Es
el alma la que le otorga al sonámbulo las maravillosas facultades de
las cuales goza.
Experiencia
de casi muerte (ECM)
Se
trata del estado de muerte clínica que una persona sufre durante
algunos instantes y regresa después a la vida física. Los relatos
hechos por las personas que pasaron por dicha experiencia coinciden
con las enseñanzas del Espiritismo y de las religiones que aceptan
la reencarnación.
Visiones
en el lecho de muerte (clarividencia)
En
el momento de la muerte son comunes las percepciones del mundo
espiritual, incluso aquél que está en proceso de desencarnación,
puede visitar a parientes y amigos para despedirse de ellos.
Confiables investigaciones han demostrado que esos fenómenos no son
meras alucinaciones.
Telequinesis o psicoquinesis
Habilidad que permite a una persona influir en un sistema físico sin interacción física. (Movimiento de objetos por medio de la mente).
DENIS,León.
Fenómenos
Espontáneos.
Casas
Encantadas:
Tiptología.
En lo
invisible.
Trad
.
de
Leopoldo
Cirne. 9ª.Ed.
Río
de
Janeiro, FEB,1981,
p.
185-186.
FEB. Estudio sistematizado del Espiritismo.
KARDEC,
Allan. El Libro de los Médiums. Trad. de Alberto Giordano.
3.ed.Buenos Aires, Editora Argentina «18 de Abril». 1983. Item 83
KARDEC, ALLAN. Obras Póstumas. Primera Parte, ítem 7.