Ejemplo de dedicación a la divulgación del Espiritismo
José Aniorte y Solveig Nordström |
En mi juventud, participé en la guerra civil española, estuve en campos de concentración, lo pase muy difícil , sobreviví a todas aquellas vicisitudes, que seria muy largo de comentar y finalmente fui considerado un peligro para el movimiento Nacional de entonces, es decir, contra el gobierno franquista y debido a esto tuve que salir de mi pueblo Orihuela e irme a Barcelona, bajo vigilancia policial.
Finalmente, después de 5 años intentando superar esa situación, conseguí trasladarme a Brasil y allí fue donde yo, que no tenía creencia ninguna, no sabía nada de Espiritismo, ni jamás había oído hablar de ello, pase un día por una librería y vi un libro espirita, y esto me llamó la atención y con mucho recelo entré y compré tres libros "El libro de los espíritus", "Después de la muerte" y "Más allá de la vida espiritual". Cuando leí aquellos libros , parecía que yo conocía ese texto.
Entonces mi mente cambio y vi una lógica que era lo que yo estaba buscando y a partir de ahí fue cuando yo empecé con el Espiritismo, intentando trasmitir a los demás la felicidad o el beneficio que yo había sentido al conocer esa filosofía científica y también con un fondo religioso que para mí ya era insustituible y a partir de ahí empecé, siguiendo una trayectoria independiente, jamás estuve vinculado a ningún centro ni compartí mis ideas con otras organizaciones, porque en Brasil hay alrededor de 9000 centros espíritas. Jamás estuve en contacto con ninguno, jamás acudí a una sesión para ver los fenómenos, los fenómenos que conocido los he vivido en mi propia vida, los he sentido y he aprendido de eso, pero nunca los he buscado.
Realicé la labor espírita durante 20 años y debido a una grave enfermedad de riñones que tenía, que en aquella época era casi insuperable, asumí un compromiso y de un día para otro esa enfermedad desapareció, aunque ya tenía marcado el día para una operación muy grave, porque entonces la ciencia médica no estaba como ahora con tantos adelantos, y no fui operado.
Entonces entré de lleno en esto y a través del compromiso que había asumido, debía dejar aquella vida cómoda que había elaborado en 20 años de trabajo y regresar a España, donde aún era la época de la dictadura, durante los años 70, a divulgar los libros que tuve que traducir del portugués al español e imprimirlos clandestinamente y empezar a distribuirlos, pero como no se podían vender y además mi intención no era eso, ni mi compromiso, empecé la campaña del libro gratuito. ¡La única que se ha hecho en el mundo hasta ahora!.
Llegué a esa forma divulgativa del Espiritismo. Dejaba los libros en cabinas telefónicas, en la estación de metro, dónde lo había, y por todos los sitios. Fui recorriendo toda España, desde Málaga, por todos los pueblos de la costa, hasta La Coruña, siempre sembrando los libros.
Ahí empezó mi trabajo, exponiéndome a ser detenido o castigado porque aquello estaba prohibido, pero nunca tuve ningún impedimento, siempre tuve una ayuda espiritual y mi trabajo no fue difícil, relativamente.
El primer título que publiqué, lo imprimí clandestinamente, después de traducirlo con muchos inconvenientes pues entonces no existía el ordenador ni nada de esto, las imprentas eran del sistema antiguo, letra por letra y me costó muchísimo dinero. Para hacer una valoración de hoy en día, me costó lo mismo que un apartamento o una vivienda de 100 metros cuadrados de aquella época. Esto suponía grandes sacrificios pero pude publicar el libro "Elucidaciones espíritas".
La cantidad de libros que he publicado son alrededor de 20 títulos y la cantidad diría yo que está sobre un millón de libros. Alguien podría pensar que cuando se hace algo gratis tiene una segunda intención pero beneficios materiales no he tenido, pero sí he encontrado una paz interior del espíritu que ha asumido un compromiso con el mundo espiritual, o sea, con Jesús que para mí es el guía que he tenido siempre. Es asumir el compromiso y dedicarle mi vida como humilde servidor, sintiéndome cada vez más pequeño, más insignificante y más ignorante.
El beneficio colateral que he obtenido es que me conocen en todas partes de América, mi nombre es muy conocido, muy respetado y a pesar que yo no hago publicidad de mi persona, no puedo evitar que lleguen personas, como han llegado a este congreso desde Colombia, Guatemala, México y digan que yo allí soy una persona muy respetable , y bueno, es así. Pero eso a mí no me cambia nada, me siento insignificante y lo agradezco, pero jamás he intentado salir en una revista, ni que mi fotografía sea anunciada por ningún sitio.
Somo conocidos por lo que sembramos. La vida es un campo a cultivar y cada uno compone su cultivo, y no tengo que decir si lo que yo hago es correcto o no, es la siembra que yo he lanzado la que va a decirlo y después cuando yo haya desencarnado mi nombre será aún más resaltado, pero yo lo recibiré desde el mundo espiritual porque hay aquí yo no busco eso, aunque naturalmente que uno siente una satisfacción al ver que te conocen, que te abrazan, que me llaman por teléfono de uno de esos lejanos países y me dicen: "¡Hermanito aguanta, aguanta un poco más que necesitamos de ti. Y eso me emociona y es el premio que yo tengo.
A mi me vinieron a decir,
años antes, que se debía abrir un centro espírita en esta zona (Orihuela),
entonces no había centros espíritas, ni en Crevillente, ni Alicante, había en
Valencia y en Villena. La cuestión es que, debido a los libros era conocido en
toda Cataluña, que fue donde más libros distribuí, sobre todo de aquellos que
publiqué primero.
Los Espíritus me dijeron que aquí tenía que haber un centro y
que la persona más indicada era yo. Dije que era imposible, ya que Orihuela era
un pueblo muy católico, con muchas Iglesias, con un obispado, con un seminario,
con una catedral, entonces importante, porque aquí recibía gente del obispado y
pensaba que eso era un disparate.
Finalmente, había llegado
el momento en que yo estaba preparado para recibir y conocer a Amalia Domingo
Soler, que yo no tenía conocimiento de ese espíritu y fue cuando ella empezó a
manifestarse en mi.
Después del congreso
mundial del noventa y dos, yo aún le hacía compras muy grandes al presidente
que había en la Federación Espírita Española D. Rafael Gonzalez Molina, le
había hecho una compra de un millón de pesetas de aquella época. Yo repartía
esos libros gratis por todos los sitios, siempre con la intención de distribuir
la información Espírita de forma gratuita. Por aquel entonces, alguien me había
hablado de los libros de Amalia y yo dije ¿Amalia? Y le pregunté al presidente por
esos libros, a lo que contestó: Yo no tengo libros de Amalia ¿Quién es Amalia?.
En el terreno de la casa estaba
construyendo un almacén para mi hijo, porque quería comprarle un camión para
que se independizara de la fábrica donde trabajaba, lo guardara en casa y
depositara allí la mercancía.
Una noche, sobre las tres de la madrugada me desperté
con una idea clarísima que llegó a mi mente: “Ha llegado el momento de abrir un
centro espírita en Orihuela”, yo pensaba: “Esto es un
campo”. En la urbanización Montepinar estaba todo cubierto por piedras,
entonces no había calles asfaltadas y pensaba ¿Cómo va a ser posible?. Fue
entonces cuando conocí a Amalia, en aquel momento que dijo: “Es necesario
hacerlo aquí”.
Esperé a que llegara el albañil que hacía la obra y le dije:
“Antonio, esta puerta que da a la calle se va a transformar en una puerta
pequeña”, a lo que pregunta: “¿por dónde va a entrar el camión?” Y contesto: “el
camión no va a entrar más aquí”. Así que, el almacén lo convertí en el Centro
Espírita.
Amalia Domingo Soler |
Así fue cómo conocí al
espíritu de Amalia Domingo Soler y ella se fue manifestando periódicamente y me
fue inspirando para que yo recopilara todos los libros, los cuales llegaron a
mi sin buscarlos, enviados por Salvador Sanchís, que es un coleccionista de
Barcelona, a quien no he conocido personalmente.
De los catorce libros
hice una selección de todos sus artículos, actualizándolos para la época en que
vivimos y para el futuro, quedando un resumen de seis libros que son en total los que publiqué de Amalia.
A partir de ese momento,
me di cuenta que cuando tenía dificultades ella venía a mi. Nunca la he
visto, pero sentía su presencia que me decía “Amigo mío, este trabajo aún no ha
acabado, falta lo más importante, tienes que continuar”. Yo ya tenía setenta y
nueve años, me había jubilado a esa edad, no tenía recursos y le dije mentalmente:
“pero ¿con que recursos?” y sentí como ponía el brazo sobre mis hombros y decía
“Tú haz tu trabajo, ten fe y confía en Dios” y así lo hice y es así como he
logrado cumplir mi trabajo que era hacer los libros de Amalia, publicarlos
gratuitamente, abrir un camino nuevo de luz que cada vez fuese más intenso, porque
es el único que existe en el mundo. Hay varios divulgadores importantes, pero esta
forma de divulgación sólo la realiza el Centro Espírita que dirijo.
Mi trabajo ya había
terminado pero yo, ambicioso de sacarle el máximo provecho a mi existencia le
dije a los Espíritus: “Quiero hacer algo más” y ellos me decían: “Si, pero tú
ya has terminado tu misión” e insistí en que quería hacer algo más y entonces
me alargaron la vida y empecé a escribir los tres libros que he titulado: “Elucidaciones
espíritas”, “Hechos de una vida” y “Las verdades del Espiritismo”.
Ha sido ese trabajo
extraordinario después del trabajo que tenía que hacer. De esta manera,
mientras los iba escribiendo, ellos debieron interpretarlo como una tarea
importante porque según escribía me iban inspirando, abriendo la mente a la
comprensión de las ideas espíritas. Yo nunca he tenido cultura, no he ido a la
escuela, la guerra civil empezó cuando yo tenía quince años y entonces me vi
envuelto en aquel conflicto, porque mi espíritu necesitaba de esa experiencia,
antes de cumplir los dieciséis que lo hacia el treinta y uno de octubre del
mismo año que empezó la guerra, el treinta y seis.
Estaba sin estudios, sin
preparación, sin un oficio y fuera de mi casa, enfrentado, porque fui a la
guerra voluntariamente. Como digo, me he convertido en lo que soy gracias a
esos buenos espíritus que me han ayudado y me están ayudando a cumplir el
compromiso que yo adquirí y por eso, Amalia que es la principal y se convirtió
en la guía que ahora reconozco, me ha hecho mucho bien y estoy muy agradecido a
ella.
Amalia tiene mucho
trabajo en el mundo espiritual sobre todo en la divulgación del espiritismo,
que fue el sueño de ella, pues pasó veinte años con grandes sacrificios
escribiendo la revista la “Luz del Porvenir”. Su sueño era que la revista
llegara a los más pobres, la vendía a una peseta, pero en aquella época poca
gente podía pagar una peseta y la iban pasando de unos a otros, republicándose
en España y en América. Ella quería que sus escritos llegaran de forma
gratuita a todo el mundo y ese era su trabajo, ayudado por espíritus
superiores, más elevados que ella y lo ha conseguido a través del trabajo que
hemos hecho.
Sin saber el motivo, fui
escogido para cumplir con ese trabajo y me siento feliz de haberlo conseguido y
de estar aún dispuesto, hasta el último día que yo pueda estar viviendo esta
vida estaré haciendo mi trabajo cada vez con más compromiso, ya que para mi no
supone un esfuerzo, quiero dejar esto bien claro, es más bien una necesidad, porque
es la misión que da sentido a mi vida.
El movimiento espírita en
España está bastante atrasado porque antes de la Guerra Civil Española aquí
había unos ciento sesenta centros espíritas bien dirigidos. En 2007, con casi
cincuenta años de represión eso se ha perdido.
España era uno de los países
primeros donde fue transmitido directamente por Allan Kardec, después de su
inicio, pero como aquí no hubo posibilidades, porque no se consiguió nunca superar
la influencia religiosa que era muy grande y el catolicismo entró en una
especie de lucha contra los escritos de Amalia y aunque ella lo afrontó todo
con valentía y los defendió, toda esa oposición retrasó mucho la expansión del
Espiritismo.
Hoy está surgiendo pero con mucho trabajo, con muchas dificultades
porque no hay en esa base, esa convicción que espero que en pocos años vaya
aumentando y vuelva a recuperar esa fuerza, tantos años perdida porque fue
inmovilizada, y que un día llegue a estar en el estado que estábamos antes. Como
el Espiritismo en España estaba ahogado, fue entonces que se trasladó a
América, principalmente a México y a Brasil.
Alguien dijo que todos
los caminos llegan a Dios, es verdad, todas las creencias y religiones son necesarias
y son buenas, interpretadas por cada uno según el estado en que esté. Yo no
estoy en contra de ninguna religión ni contra ninguna iglesia, respeto todas,
pero sí creo que ha llegado el momento de poner las cosas donde tienen que
estar y decir las verdades que durante tantos siglos han estado escondidas. Ha
llegado el momento que, después de escuchar esas verdades, cada uno continúe en
su creencia. No importa la creencia que se tenga, sino lo que se sienta de
ella, lo que cada uno tenga en su interior.
Allan Kardec dice que el
verdadero espírita es ese que se reforma interiormente, no es el que habla muy
bien y es todo de palabra, sino aquel que lo sienta, porque hay que sentirlo y
hacer que salga de adentro hacia afuera y no de fuera hacia dentro.
A quienes estén
dispuestos a escuchar les diría que ha llegado el momento de que la humanidad
cambie, que haya una transformación en nosotros, que seamos más fraternales,
que seamos más universalistas, que aunque existen los países y las fronteras tiene
que haber una fraternidad.
Hemos llegado a un
momento en que los países más débiles reciban ayuda de los más poderosos, que
no haya más guerras, más injusticias, de las que estamos cometiendo y de las que
nosotros somos los responsables.
El mal no existe, el mal
es una creación nuestra, tenemos que entender esto. ¿Cómo podemos remediarlo?, a
través de nuestra transformación, ser más solidarios y menos egoístas, sacar de
nosotros esos terribles defectos como son el orgullo, la envidia, los celos…
porque tenemos que respetarnos como seres humanos, respetar las creencias y tratar
que cada uno participemos de esa transformación empezando por nosotros mismos.
Si queremos o hablamos de esa transformación, pero no nos transformamos
nosotros mismos nos estamos engañando.
En la actualidad hay un
grupo de personas comprometido con la continuidad de la labor de Don José
Aniorte y de su Centro Espírita “La Luz del Camino”, entre ellos Antonio Pina
que ha enviado cinco ejemplares del “Libro de los Espíritus” al Centro Espírita
Ana Franco para su lectura y estudio en grupo, además de otros libros que había
regalado con anterioridad como la serie de Amalia Domingo Soler y los ya
citados “Elucidaciones espíritas”, “Hechos de una vida” y “Las verdades del
Espiritismo”.
Entrevista Realizada por Oscar Aglio en el año 2007 (Centro Espírita Entre el Cielo y la Tierra)
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