Víctor
Hugo describe en estas páginas la historia de Susi Sara, sus
aciertos y desaciertos en la profesión médica en los años en los
que transcurre la Primera Guerra Mundial y posteriores a ésta.
Basada
en una historia real rica de emociones, revive el estilo y la
profundidad de ese gran novelista francés preocupado por los graves
problemas humanos, transmitiendo en sus páginas informaciones
históricas y enseñanzas morales concienciando a las personas que se
encuentren viviendo situaciones similares a las tratadas en la
presente obra.
La
protagonista en este libro es la doctora Susi Sara. Perdida en la
soledad de la noche Susi Sara escuchaba a su corazón:
“¿Es que
valía la pena esa lucha horrenda por la que atravesaba? se preguntó.
¿La vida es solo amarguras, ilusiones, cansancios o todo esto
significa un preludio para la vida? ¿Cuál es la finalidad del existir
humano?".
"Nacida
del caos caprichoso del ocaso, ¿la inteligencia se encamina hacia el
aniquilamiento?"
"¿Como entonces la inconsciencia genera la
conciencia?, ¿El acaso produce la finalidad, lo deforme engendra la
armonía, la estupidez realiza el equilibrio, lo ciclópeo consigue el
orden?"
"No
habiendo una causa que preceda a todo ¿Cómo analizar el conjunto
consecuente? "¿Porqué el amor y el odio la alegría y el disgusto,
la cuna y la tumba, el bien y el mal, ese constante díptico en
flagrante oposición?"
"El
átomo y la galaxia, ¿No son consecuencias el uno del otro, símiles
perfectos a pesar de la diferencia de masa y volumen"
Estaba
en esa meditación sin perturbaciones cuando le pareció oír en lo
más profundo de su alma:
“Todo es perfecto en la Creación Divina.
El orgullo humano es el que impide tener una clara visión de las
causas, por estar fijado en el utilitarismo de los efectos mezquinos. Deambulante del instinto, de donde llegó, el hombre retiene los
llamados a la violencia y a las pasiones a las cuales llegó antes que
brillen en él los astros de la felicidad que lo elevarán en la
búsqueda de los tesoros de la alegría pura y de las fortunas
intransferibles qué deberá conseguir con su esfuerzo personal.
Vivir es también despedirse del cuerpo, muriendo en parte en la
argamasa celular, a fin de vivir sin el cuerpo, liberado de él en la
plenitud de la vida”.
Al
mismo tiempo Susi recordó el sueño que había tenido el Día de la
Paz y volvió a ver mentalmente al ser angelical que le había
hablado. Experimentó entonces aquella inconfundible e inolvidable
sensación de bienestar íntimo tan pocas veces disfrutada.
La
voz interior prosiguió amena y calma: “El hombre en la Tierra no
es un paria del destino. Se torna execrable cuando lo quiere e infame
por propia elección”.
“La
Naturaleza lo incita a la belleza, el dolor a la renovación, tanto
como la poda al revestimiento; la vida lo emula a la solidaridad, así
como el infortunio a la bondad; la esperanza lo vitaliza para crecer
en cuanto la dificultad lo inclina a la sumisión y lo desafía para
el combate, solamente las armas deberán estar hechas de elementos no
agresivos ni vengativos".
“La
Divinidad le favorece con el aire, la lluvia, el sol y el paisaje; le
facilita la adquisición del pan, la preservación de la salud, la
convivencia social y lo impulsa a crecer”…
“Los
limitados, aquellos para los que escasean los recursos, están
inscritos en los códigos del equilibrio que proponen resarcimiento y
redención”.
“La
lluvia que renueva el arroyo está constituida por las partículas
que el sol extrajo del riacho…Siempre hay retornos hasta que el sol
de la intemperancia apaciguándose no absorba nuevos compromisos que
tendrá que devolver… Por tanto, nadie alzará el vuelo hacia el
triunfo, partiendo de un suelo sembrado de cadáveres, de víctimas
indefensas"...
Susi
reacciono inconscientemente, trató de desembarazarse de la suave
imposición sin lograr éxito.
El
magnetismo envolvente, agradable, la melodía de la voz aterciopelada
que resonaba en la acústica de su alma la sensibilización con
deliciosa emotividad.
El
interlocutor invisible y poderoso, manipulado perdón manipulando el
complejo mecanismo del mundo mental, prosiguió con su explicación:
“El
hombre está predestinado a la ventura. Los tropiezos e impedimentos
que le dificultan el camino ascensional, puede apartarlos en base a
honorables esfuerzos".
"¿Qué
es la vida en la Tierra? Un instante comparado con la elocuencia de
la eternidad".
"¿Qué
es el poder en el mundo? Un hálito de nada ante la grandeza del Infinito".
"Entre tanto,
es por esos nadas que el hombre desperdicia la paz y desbarata
esperanzas, saltando al pozo inmediato de la desventura donde
desaparece poco a poco consumido, alucinado".
En
el hombre son innatas las ideas de Dios, de la Inmortalidad, de la
Justicia qué recompensa con premios o a latigazos, del Amor…
"Lo
entorpece el orgullo que expele miasmas mefíticos, terminando por
intoxicar a aquellos que lo producen. La felicidad tan anhelada, está al alcance de una conciencia tranquila, que surge de un
carácter recto y de una mente sana. La tranquilidad jamás asfixiara
a los remordimientos y el poder de cualquier talante nunca adquirirá
la fortuna de la paz, si no se basa en la humildad, en la
honorabilidad, en el bien. El poder real es aquel que no puede ser
robado y que tiene su génesis en el espíritu: los valores
intrínsecos incorruptibles".
“Todas
las cosas mantienen una correlación entre sí. Es tan importante el
Sol que dona su luz y el calor, como el gusano que abre canales en la
tierra para aireación de las raíces. Es tan valioso el brillante
que refleja los astros cuanto el grano de trigo que produce el pan.
Sin aquel se puede pasar, sin éste, es más difícil. En el mundo
escasean los panes en cuanto se multiplican las gemas y la miseria
irrumpe incontrolable".
“Reflexiona
y detén tus pasos. Nadie puede convertirse en árbitro de la vida o
de la muerte. Ninguna persona puede tomar en sus manos el destino de
otra y hacer de él lo que le plazca".
"La Tierra no es una nave a la deriva en el Océano de oxígeno que la
envuelve, ni el hombre es un objeto para ser consumido por las
pasiones."
"No
te hundas más. No hay tesoros más valiosos que la Paz, ni posesión
más preciosa que la rectitud del comportamiento. Todo pasa, menos las
acciones practicadas que fomentan libertad o producen grilletes
crueles, matrices que se transforman en la producción de los
implementos futuros para el espíritu".
"Dios
pulsa en ti. Haz silencio y lo escucharás. Entrégate sin recelos".
"Hoy
caminas ignorando la ruta de mañana. No perjudiques el porvenir,
vencida por la inquietud de la prisa. No te afanes por el oro, no
te devolverá lo que supones perdido, ni aplacara tu sed de venganza.
El mejor vino puede competir, con un sorbo de agua fresca ante la
inclemencia de la sed que se pretende saciar".
Despierta
y vive… Siempre es tiempo aunque las oportunidades pasen. Aprovecha
y retrocede…
Tras
esto se produjo un incomparable silencio en el alma. Susi pareció
haberse desligado de la amorosa presión. Había luna llena y estaba
sentada frente al Sena. Experimentaba una inefable emoción y quizá
podía ver diluirse en el claro de Luna una diáfana forma que
brillaba cerca de ella.
Se
hubiera quedado allí, disfrutando ese bienestar que la infundida
paz.
Sacudió
la cabeza, se irguió y se puso en marcha. La noche brillaba en lo
alto y las horas transcurrían. (...)
Continúa en https://www.centroespiritaanafrancobenidorm.com/2020/05/de-las-sombras-la-madrugada.html
por Victor Hugo / Psicografiado por Divaldo Pereira Franco.
Capítulo 7 La ascensión al poder con el alma vencida.
Ediciones "Juana de Angelis" - Buenos Aires - Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por sus Comentarios: