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Como se expresa en la Genesis en el capítulo XIV:
Los fluidos espirituales, que constituyen uno de los estados del fluido cósmico universal, son, pues, la atmósfera de los seres espirituales; son el elemento de donde ellos extraen los materiales sobre los cuales operan; el medio en el que ocurren los fenómenos especiales, perceptibles por la vista y el oído del Espíritu, pero que escapan a los sentidos carnales impresionables sólo por la materia tangible; por último, son el vehículo del pensamiento, del mismo modo que el aire es el vehículo del sonido.
Los Espíritus actúan sobre los
fluidos espirituales, pero no como los hombres manipulan los gases, sino con
la ayuda del pensamiento y la voluntad. Para los Espíritus, el
pensamiento y la voluntad son lo que la mano para el hombre. Mediante el
pensamiento, ellos imprimen a esos fluidos tal o cual dirección, los
aglomeran, los combinan o dispersan, y forman con ellos conjuntos que
presentan una apariencia, una forma, un color determinados; modifican sus
propiedades igual que un químico transforma las de los gases o las de otros
cuerpos, al combinarlos según ciertas leyes.
Se trata del inmenso taller o laboratorio de la vida espiritual. En algunos casos, esas transformaciones son el resultado de una intención; la mayoría de las veces, son el producto de un pensamiento inconsciente. Basta con que un Espíritu piense en una cosa para que esta se produzca.
De ese modo, por ejemplo, un Espíritu se hace visible a un encarnado dotado de vista espiritual, con la apariencia que tenía cuando estaba vivo en la época en que este último lo conoció, aun cuando haya tenido, con posterioridad a esa época, muchas encarnaciones.
Se presenta
con la vestimenta, los rasgos externos, enfermedades, cicatrices, miembros
amputados, etc., que lo caracterizaban entonces. Así, un decapitado se
presentará sin cabeza. Esto no significa que haya conservado esa apariencia;
por cierto que no, porque como Espíritu no es cojo, ni manco, ni tuerto, ni está
decapitado; pero sucede que, como su pensamiento se traslada a la época en que
era así, su periespíritu adopta instantáneamente esa apariencia, que de igual
modo deja instantáneamente. Entonces, si una vez fue negro y otra blanco, se
presentará como negro o como blanco, de conformidad con la encarnación que se
corresponda con la evocación, y a la cual se trasladará su pensamiento.
La acción de los Espíritus sobre
los fluidos espirituales tiene consecuencias de importancia directa y
fundamental para los encarnados. Dado que esos fluidos son el vehículo del
pensamiento, y que el pensamiento puede modificar las propiedades de los fluidos,
es evidente que estos deben encontrarse impregnados de las cualidades buenas o
malas de los pensamientos que los hacen vibrar, y que se modifican por la
pureza o impureza de los sentimientos. Los pensamientos malos corrompen
los fluidos espirituales, como los miasmas deletéreos corrompen el
aire respirable.
Así pues, los fluidos que envuelven a los Espíritus malos, o los que estos proyectan, son viciados, mientras que los que reciben la influencia de los Espíritus buenos son tan puros como corresponde al grado de perfección moral de estos.
No sería posible hacer una enumeración ni una clasificación de los fluidos buenos y los malos, así como tampoco especificar sus cualidades respectivas, dado que su diversidad es tan grande como la de los pensamientos.
CREACIONES FLUÍDICAS E IDEOPLASTIA
Es común la realización de esas modificaciones sin que haya un pensamiento consciente. Es el caso de los Espíritus que inmediatamente después de desligarse del envoltorio físico, son percibidos por los videntes con una vestimenta cualquiera, antes de que se hayan dado cuenta de su nueva realidad.
Está, por otro lado, el caso de los Espíritus que conservan la mutilación, las deformaciones o las llagas del cuerpo físico que ocupaban, en razón de un condicionamiento. Por ser incapaces, por sí mismos, de volver a asumir la forma normal y sana, son inducidos al cambio mediante un proceso de esclareciendo y, por el mismo principio de manejo de los fluidos espirituales, logran obtenerla.
Las sugestiones hipnóticas provocan, también, frecuentes transformaciones en el periespíritu, en el sentido de su humillación. Eso puede ser observado bajo dos aspectos: el primero a través de la autosugestión, motivada por un sentimiento de culpa o rebajamiento voluntario; el segundo por la acción de la mente de otro Espíritu sobre determinada entidad espiritual, explotando los deslices que lo hicieron particularmente vulnerable.
Allí encontramos la explicación para los fenómenos conocidos como zoantropía, donde los Espíritus asumen formas de animales, total o parcialmente, en lugar de licantropía que etimológicamente, significa «Estudio sobre el Hombre Lobo». (05)
Nos referimos ahora al caso de los
Espíritus que, casi siempre con el propósito de amedrentar para alcanzar mejor
sus objetivos, se presentan con aspectos monstruosos y atemorizantes, hasta con
el de Satanás.
Como describe Ernesto Bozzano en su libro Pensamiento y voluntad:
La palabra ideoplastia
fue creada por el Dr. Durand de Gros en 1860, para designar las características principales de la sugestionabilidad.
Ernesto Bozzano |
Más tarde, en 1864, el Dr. Ochorowicz
lo utilizó para designar los efectos de sugestión y autosugestión, cuando
permite la realización fisiológica de una idea, como en el caso de la
estigmatización.
Finalmente, lo propuso el profesor
Richet, durante sus experimentos con Miss Linda Gazzera y Eva C.. (1912-1914), cuyos testimonios veremos a continuación cuyas experiencias demostraron de manera clara e innegable la realidad de la
materialización de los rostros humanos, que eran, a su vez, objetivados y
plásticos. reproducciones de retratos y dibujos vistos por médiums.
Por supuesto, a partir de estos
hechos, uno debe inferir lógicamente que la materia viva exteriorizada está
moldeada por la idea .
Y ahí radica el significado exacto
del término ideoplastia, aplicado a los fenómenos de materialización
mediúmnica.
Y la sustancia viva,
exteriorizada y amorfa, sobre la que se ejercen las ideas y fuerzas, inherentes
al subconsciente del médium, fue designada por ectoplasma , por el mismo
profesor Richet.
En homenaje a la verdad histórica,
hay que señalar que las materializaciones ideoplásticas ya eran conocidas medio
siglo antes y llamaron particularmente la atención de los investigadores.
En cuanto a la sustancia
ectoplasmática, ya la conocían los alquimistas del siglo XVII, así como
Emanuel Swedenborg.
Según nos enseña André Luiz, al
abordar la ideoplastia, «El pensamiento puede materializarse, creando formas
que muchas veces alcanzan una larga duración, de acuerdo con la persistencia de
la onda en que se expresan.» (06)
Las materializaciones constituyen otro
ejemplo de la acción modeladora realizada por los Espíritus, en las sesiones de
efectos físicos, con la utilización de: elementos plásticos exteriorizados por
los Médiums o por los otros participantes de esas reuniones; componentes fluídicos-plásticos
de la Naturaleza.
Para la mejor comprensión de cómo
sucede eso, Kardec nos explica: «(...) Tenga un hombre, por ejemplo, la idea de
matar a otro: aunque el cuerpo material permanezca impasible, su cuerpo
fluídico es puesto en acción por el pensamiento y reproduce todos los matices
de este último; ejecuta fluídicamente el gesto, el acto que intentó practicar.
El pensamiento crea la imagen de la victima y la escena entera es pintada, como
en un cuadro, tal cual se desarrolla en su Espíritu (...).» (01)
Esto permite entender porqué todo y cualquier pensamiento se hace conocido: por evidenciarse en el cuerpo periespiritual, puede ser percibido por otro Espíritu, pero no por los ojos de la materia. Lo que realmente ve el observador es la intención. Su ejecución, sin embargo, va a depender de la persistencia de los propósitos, de circunstancias que la favorezcan. Modificadas éstas, también los planes podrán sufrir cambios, con la consecuente alteración de las imágenes reflejadas en el envoltorio fluídico.
Según el libro de los Médiums en su capítulo VIII:
¿Y habría en el mundo de los Espíritus una materia esencial que revistiera la forma de los objetos que vemos? En una palabra, ¿estos objetos tendrían su "doblez etérea" en el mundo invisible, así como los hombres están representados en él por los Espíritus? "Esto no se opera de este modo; el Espíritu tiene sobre los elementos materiales esparcidos por todas partes en el espacio y en vuestra atmósfera, una potencia que estáis lejos de adivinar. Puede a su gusto concentrar estos elementos y darles la forma aparente acomodada a sus proyectos."
Observación. - Esta cuestión como hemos visto, era la traducción de nuestro
pensamiento, esto es, de la idea que nos habíamos formado sobre la naturaleza
de estos objetos. Si las respuestas fuesen como algunos lo pretenden, el
reflejo del pensamiento, hubiéramos obtenido la confirmación de nuestra teoría,
en lugar de una teoría contraria.
Los Espíritus realizan transformaciones
sobre la materia etérea a su gusto y que de este modo, por ejemplo, pueden
manifestar una caja de tabaco perteneciente al Espíritu en vida carnal. El
Espíritu no la encontró hecha, sino que la hizo él mismo en el momento que la
necesitaba, por un acto de su voluntad, y que pudo deshacerla; lo mismo debe
ser en cuanto a los otros objetos, tales como vestidos, joyas, etc. "Esto
es evidente."
Esta caja de tabaco fue visible para esta señora, al punto de hacerla ilusión. ¿Hubiera podido el Espíritu hacerla también tangible para ella? "Lo hubiera podido."
¿Si hubiese llegado el caso, hubiera
podido tomarla en sus manos, creyendo tener una verdadera caja de tabaco?
"Sí."
¿Si la hubiera abierto, probablemente
habría encontrando tabaco; si lo hubiese tomado le hubiera hecho estornudar?
"Sí."
¿El Espíritu puede, pues, dar no sólo la forma, sino las propiedades especiales? "Si él lo quiere; y en virtud de este principio ha respondido afirmativamente a las preguntas precedentes. Tendréis pruebas de la poderosa acción que ejerce el Espíritu sobre la materia, lo que estáis lejos de comprender, como os he dicho ya."
Supongamos, pues, que hubiera querido
hacer una sustancia venenosa, y si una persona la hubiese tomado, ¿se hubiera
envenenado? "Lo hubiera podido, pero no lo hubiera hecho no se le hubiere
permitido."
¿Podría haber hecho una sustancia saludable y propia para curar una enfermedad, y se ha presentado este caso? "Sí, muy a menudo."
Rogamos, sin embargo, a los señores farmacéuticos que no conciban celos, ni crean que los Espíritus vengan a hacerles la competencia; estos casos son raros, excepcionales, y no dependen jamás de la voluntad; de otro modo se curaría a muy poco precio.
Testimonios
Del libro del Dr. Geley La Ectoplasmía - La Clarividencia:
En todos los trabajos el francés Dr.
Geley con el médium y con la colaboración del Prof. Charles Richet (premio
nobel de medicina en 1913), utilizó escrupulosamente el método analítico,
cronológico y sintético, organizó las sesiones de manera similar a las
realizadas con la médium Eva y se aseguró de descartar cualquier error o
fraude.
Dr. Geley |
En este caso el sensitivo presentaba escasas manifestaciones sensoriales; no necesitaba ser hipnotizado para dar inicio al trance; lo conseguía espontáneamente, aunque nunca quedaba totalmente inconsciente; volvía en sí al aumentar la luz bruscamente y sentía un cansancio tan intenso, que lo obligaba a permanecer acostado e inmóvil, para recuperarse de su agotamiento; sufría palpitaciones, sed intensa, a veces vómitos de sangre y casi siempre insomnio, después de las experiencias.
En su caso, la sustancia se desprendía
en forma de gas o vapor, con un olor a ozono al inicio del trance; luego, una
neblina o vapor fosforescente flotaba en torno del médium, y cuando la
materialización se completaba, se veían rostros y manos perfectamente formadas
y frecuentemente luminosas, que desaparecían tan súbitamente como habían
aparecido.
Estas manifestaciones pudieron ser
apreciadas visual y táctilmente, no sólo por Geley y Richet, sino por Camile
Flammarion, su esposa y la señora de Geley, quienes ocasionalmente concurrían a
las sesiones, y con sorpresa percibieron el contacto de las manos cálidas y
vivas, mientras los rozaban ligeramente. Durante estas experimentaciones se
obtuvieron además, múltiples pruebas objetivas por el procedimiento de los
moldeados de parafina.
Dr. Charles Richet |
Entre 1921 y 1923 el Dr. Geley estudió
las facultades del ingeniero polaco Stephan Ossowiecki, médium, clarividente y
productor de efectos de telekinesia; mientras simultáneamente, trabajaba en
sesiones con el médium Jean Guzik, también polaco, con quien pudo presenciar
raros fenómenos de ectoplasma en formas de animales y sorprenderse con el
contacto de la cola de un cachorro salido de los vestidos del médium o con
otras formas de animales que exhalaban olor.
Todos estos fenómenos quedaron plasmados en centenares de moldes de parafina, sorprendentes por su perfección, examinadas por perplejos peritos, quienes no encontraron la explicación a la ausencia de las costuras necesarias para su elaboración. Esto dio lugar a la famosa “manifestación de los 34”, así llamada la participación de las más altas personalidades francesas y extranjeras de la ciencia, de la medicina, la literatura y la policía científica, en la comprobación de los fenómenos obtenidos con Jean Guzik, amparada en extremas e irreprochables condiciones de control. Geley no se satisfacía con poco y era muy exigente con su trabajo. Experimentó también con la fotografía y las apariciones.
Se interesó en la transmisión del
fluido magnético, al que llamó momificador cuando observó la alteración o
destrucción de algunos parásitos microscópicos por la acción fluídica; lo que
lo llevó a concluir que la energía del médium era indirectamente microbicida,
pues producía ese efecto gracias al refuerzo que provocaba en los tejidos.
Estas conclusiones le permitieron relacionar el fenómeno con la metapsíquica
curativa, luego ampliamente difundida en el Espiritismo experimental. Así
mismo, se interesó en el estudio de la clarividencia y de las comunicaciones
mediúmnicas cruzadas que habían comenzado a investigarse en la Sociedad de
Investigaciones Psíquicas de Londres (SPR).
Esas consecuencias se resumen en
algunas prescripciones: Trabajar, amar cada uno a su prójimo, auxiliarse
mutuamente, rechazar todos los sentimientos bajos e inferiores tales como el
egoísmo y sobre todo el odio y el espíritu de venganza. Evitar todo lo que a
otro pueda perjudicar. No despreciar a nadie; no ver a los imbéciles, los
inicuos y los criminales como seres inferiores; ser por consiguiente,
profundamente indulgente con las faltas de los otros, y en la medida de lo
posible, abstenerse de juzgar. En fin, extender nuestra piedad y nuestra ayuda
hasta los animales, a los cuales les evitaremos el sufrimiento lo más posible,
y a los que apenas en caso extremo, daremos muerte. Cuando los hombres
comprendan la infinita evolución, sabrán conciliar los principios de la libertad
individual y de la solidaridad social. Comprenderán que tienen el derecho del
libre desenvolvimiento, pero que serán rigurosamente solidarios, en ese libre
desenvolvimiento, no sólo con sus semejantes, sino con todo lo que piensa, con
todo lo que vive, con todo lo que existe. Las quimeras de hoy serán las
espléndidas realidades de mañana."
Según el libro Mecanismos de la Mediumnidad de Chico Xavier-Waldo Vieira inspirado por André Luiz
- Pensamiento del Creador
Superponiéndose a la grandeza
indivisible, encontraremos la materia mental que nos es propia, en constante
agitación; plasmando las creaciones temporarias, de acuerdo a nuestras necesidades
de progreso. En el macro y microcosmos, sondeamos las manifestaciones de la
Eterna Sabiduría que moviliza incontables agentes para la estructuración de
sistemas y formas, en variedades infinitas de grados y fases; y entre lo
infinitamente pequeño y lo infinitamente grande surge la inteligencia humana,
dotada igualmente de facultades para mentalizar y cocrear, utilizando, para
eso, los recursos intrínsecos de la vida ambiente.
- Pensamiento de las criaturas
Del Principio Elemental, fluyendo incesantemente en el campo cósmico, auscultamos, de modo imperfecto, las energías profundas que producen electricidad y magnetismo, sin conseguir encuadrarlas en definiciones terrestres exactas, y de la materia mental de los seres creados, estudiamos el pensamiento o flujo energético del campo espiritual de cada uno de ellos; graduándose en los más diversos tipos de ondas, desde los rayos super-ultra-cortos, en que se expresan las legiones angélicas, a través de procesos todavía inaccesibles a nuestra observación, pasando por las oscilaciones cortas, medias y largas en que se exterioriza la mente humana, hasta las ondas fragmentarias de los animales, cuya vida, aún en germinación, solamente arroja de sí determinados pensamientos o rayos discontinuos.
- Corpúsculos mentales
Así resulta que, el halo vital o aura de cada criatura permanece formado de corrientes atómicas sutiles de los pensamientos que le son propios o habituales, dentro de normas que corresponden a la ley de la cuenta de energía, y a los principios de mecánica ondulatoria, que les imprimen frecuencia y colores peculiares. Esas fuerzas, en constante movimientos sincrónicos o estados de agitación por los impulsos de la voluntad, establecen para cada persona una onda mental propia.
- Materia mental y materia física
En posición vulgar, acomodados a las impresiones comunes de la criatura humana normal, los átomos mentales internos, regularmente excitados, en la esfera de los pensamientos, producirán ondas mucho más largas o de simple sustentación de individualidades, correspondiendo a la manutención de calor.
Siendo los electrones mentales, en las órbitas de los átomos de la misma naturaleza la causa de la agitación en estados menos comunes de la mente, tal cual se encuentran los de atención o tensión pacífica, en virtud de la reflexión u oración natural; el campo de los pensamientos se expresa en ondas de comprensión del medio o de adquisición de experiencia, por parte del alma, correspondiendo la producción de luz interior. En esa excitación nacen los diminutos núcleos atómicos, en situaciones extraordinarias de la mente, semejantes a emociones profundas, dones indescriptibles, laboriosas y saturadas de concentraciones de fuerza mental, o las súplicas aflictivas, en el dominio de los pensamientos emitirán rayos mucho más cortos y de un inmenso poder transformador del campo espiritual, teóricamente semejantes a los de los rayos gama. Así consideramos, a la materia mental, empapada de diversos aspectos, obedeciendo a principios idénticos a aquellos que rigen las asociaciones atómicas, en la esfera física, demostrando la divina unidad del plano del Universo.
Esa corriente de partículas mentales
se exteriorizan de cada espíritu, con cualidades de inducción mental; cuanto
mayores sean las facultades de concentración o el tenor de la persistencia con rumbo
a los objetivos que demande.
En el dominio de la energía eléctrica,
una inducción significa el proceso a través del cual un cuerpo que posea
propiedades electromagnéticas puede transmitirlas a otro cuerpo sin necesidad de
contacto visible; en el reino de los poderes mentales la inducción se expresa
de la misma forma, por lo cual, una corriente mental es susceptible de
reproducir sus propias peculiaridades en otra corriente mental que se le
sintonice. Tanto en la electricidad como en el mentalismo, el fenómeno obedece
a la conjugación de ondas, mientras perdure la sustentación del flujo
energético.
Comprendemos así, perfectamente, que
la materia mental es el instrumento sutil de la voluntad, atenuando en las
formaciones de la materia física, generando las motivaciones de placer o desgaste,
alegría o dolor, optimismo o desesperación, que no se reducen efectivamente a
las abstracciones, pero representan torbellinos de fuerza en los que el alma
crea sus propios estados de mentalización inductiva, atrayendo para si misma
los agentes (imponderables en la Tierra), de luz o de sombra, victoria o
derrota, infortunio o felicidad.
- Formas y pensamientos
Emitiendo una idea, pasamos a
reflejarla con las que se le asemejan, luego esa idea se hace corpórea, con la
intensidad correspondiente a la sustentación que le damos, manteniéndonos así
en comunicación espontánea con todos los que nos corresponden a nuestro modo de
sentir. En esa proyección de fuerzas, se determina el intercambio con todas las
mentes encarnadas o desencarnadas, que movilizan el espíritu en el mundo de las
formas-pensamientos, construcciones substanciales en la esfera del alma, que
nos liberan el paso o lo esclavizan, de acuerdo con nuestro aprendizaje del bien
o del mal.
Esto sucede porque, a la manera del
hombre que construye caminos para su propia expansión o que recoge espinas para
sí mismo; en la mente de cada uno, por las corrientes de materia mental que
exterioriza se eleva en grados de liberación con rumbo a los planos superiores
o se estaciona en los planos inferiores, como quien traza un vasto laberinto
debajo de sus propios pies.
BIBLIOGRAFÍA
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da Obsessão. Estudando o hipnotismo no
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da Obsessão. Pelo Espírito Manoel Philomeno de
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7. BOZANNO, Ernesto. Pensamiento y voluntad.
8. GELEY, Gustavo. La Ectoplasmía y la clarividencia. 485 pp.
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